El Libro, abierto.

Termino sus deberes y se decidio a caminar por los pasillos del colegio, sabia que estaba prohibido deambular por el castillo a esas horas de la noche, pero aun asi lo hizo, necesitaba pensar, despejarse la mente; no podia creer que lo habia perdido, a su mejor amigo, penso en hablar con su amiga pero despues se retracto, se notaba muy molesta cuando se marcho asi de la Sala Comun, simplemente el no era de esas personas que rogaban.
-Bueno alla ellos-penso para si- no les voy a rogar, yo no hice nada.
Caminaba y caminaba por el pasillo totalmente sumergido en sus pensamientos, sin darse cuenta de que alguien lo seguia.

Se levanto de su cama y se puso el pijama, sin hacer ruido abrio el baul y saco el libro, decidida a averiguar que significaba. Iba a buscar un sitio tranquilo, donde nadie la interrumpiera, penso en la Sala Comun; pero desecho la idea, porque podia bajar un compañero y podria interrumpirla.
-No mejor me voy a la Sala de los Menesteres, estoy segura de que alli podre estar-dijo para si.
Se puso las zapatillas y se miro.
-Me cambio o no me cambio? Mejor me quedo asi, no creo que me encuentre con alguien.
Que equivocada estaba!

Seguia caminando por los pasillos, los cabellos de la nuca se le erizaron y comenzo a sentir un intenso frio, se abrazo para darse calor, preguntandose que estaria pasando; empezo a caminar rapidamente notando que alguien estaba siguiendolo, por precaucion no miro hacia atras, solo se concentro en caminar rapidamente, notando como el sudor frio se deslizaba lentamente por su espalda y debajo del pijama. Doblo una esquina y PUM!

-Como podre abrirlo? No se ninguna manera, ademas, ni siquiera la llave tengo.
Estaba concentrada y con el entrecejo fruncido, como hacia siempre que estaba pensando, doblo una esquina y PUM!

-Pero que demo...?
-Que te pasa? Acaso no te fijas por donde caminas?-pregunto Dramione furioso, sudando y respirando entrecortadamente.
-Un momentito a mi tu no me hablas asi!
Dramione levanto la vista y se encontro a Fran viendolo.
-Tenias que ser tu-dijo revoleando los ojos.
-Que quieres decir con eso?-pregunto Fran con una ceja alzada.
-Nada.
Fran se da cuenta de que Dramione esta como nervioso, estaba sudando y respiraba entrecortadamente, como si acabara de correr una gran distancia.
-Que te ha pasado?-la expresion en la cara de Fran cambio... era de preocupacion o de otra cosa?
-No te importa, ocupate de tus asuntos.
Su expresion volvio a cambiar, y dijo un poco furiosa.
-Muy bien, como sea.
Dramione miro al piso y vio algo brillando, se agacho, lo recogio y lo miro detenidamente. Era una preciosa cadena de plata, con un dije en forma de estrella, tambien de plata, y emitiendo un hermoso brillo.
-Eso es mio, damelo Dramione.
Miro a Fran y vio que tenia la mano izquierda extendida; en la derecha tenia una especie de libro, con una cubierta preciosa.
-Oye! No me hables asi-le da la cadena a Fran y esta se la coloca alrededor del cuello y la esconde dentro de su camisa.
-Como sea.
-No se ni porque estoy hablando contigo, me caes mal!
-Oh, que sincero eres!.-Fran levanta una ceja y reanuda su camino mientras Dramione hace lo mismo, solo que toman caminos diferentes.
Una persona sonrie desde las sombras, se da la vuelta y desaparece.

-Ya no me siguen. Menos mal. Pero venirme a encontrarme con esta...torpe, me arruino aun mas la noche.-pone cara de fastidio y sigue caminando, con las manos en los bolsillos.-Me pregunto que pasara mañana...mejor me voy a la Sala Comun.
Y con este ultimo pensamiento, Dramione camina hacia su sala comun, haciendose muchas preguntas que quedan sin respuesta.


Llega hasta el septimo piso, enfrente del tapiz donde seguian enseñandole a unos Trolls a bailar ballet, infructuosamente, ya que como se le ocurre a alguien enseñarle a los trolls a bailar ballet? Es de locos, sinceramente. Paso tres veces delante de una pared en la que aparentemente no habia nada, pensando en lo que queria ver; abandono su caminata y se encontro enfrente de una gran puerta de madera de roble, sonrio mirando a los lados a ver si alguien se acercaba, pero como nadie lo hizo, tomo el picaporte de la puerta y esta se abrio provocando un suave rechinido, entro y se encontro cara a cara con la Sala de Los Menesteres.
Seguramente te preguntaras como Fran encontro esta sala. Es una pregunta facil de responder, pero mas facil aun de comprender si entiendes la mente humana y crees en los sueños o como algunos llaman, visiones. Tal como Dumbledore diria:"Los sueños son increibles, te transportan a un mundo mas alla de tu imaginacion, pero, no te dejes llevar por ellos, a veces engañan". En esta ocasion, Fran hizo caso omiso de ese sabio consejo del profesor y dejo llevarse por ese sueño, relatare lo que paso ese dia:
Estaba en su dormitorio, tenia un sueño muy intranquilo, soñaba, que soñaba?...Se encontraba en una habitacion misteriosa, totalmente desconocida para ella y para todos los demas alumnos, enfrente de ella estaba una muy hermosa mujer, tocaba el piano magistralmente, Fran no queria interrumpirla, solo se quedo alli parada escuchando atenta la deliciosa melodia que emitia ese instrumento tan maravilloso, de pronto ella deja de tocar y susurra: "Confia en tu instinto, cuando te hable, dejate llevar por el"; dicho esto, siguio tocando, mientras Fran se dio la vuelta y salio de la sala, encontrandose de frente con un extraño tapiz, encogiendose de hombros y reanudando su camino.
Desperto del sueño, sobresaltada, pero volvio a caer dormida.
Eso paso hace 2 años, y lo recordaba como si fuera ayer.
La Sala estaba tal como la recordaba, un hermoso piano estaba en el centro, la llamaba a tocarlo, pero ella susurro: "esta noche no, tengo que averiguar como abrir esto". Fue hasta un sillon cercano, se sento y tomo el libro entre sus manos, examinandolo, miro el candado, pensando que podria usar para abrirlo, no se le ocurrio ningun hechizo que sirviera para abrir libros cerrados, y mucho menos si estaban cerrados con un candado, no magicamente. Se sentia muy frustrada, no hallaba la forma de abrirlo, miro el candado mas atentamente y vio que en donde deberia estar el lugar donde se introduce la llave, estaba un orificio en forma de estrella pequeña.
-Una estrella-penso para si y al instante comprendio-La cadena de mi madre.
Emocionada se metio la mano entre la camisa de la pijama y se saco la cadena, en forma de estrella, diciendose:
-Tenia la respuesta ante mi y no la vi. Que tonta.
Tomo el dije en forma de estrella en sus manos, y lo paso por el candado, este emitio un brillo plateado; y el libro se abrio a Fran, mostrando a sus ojos los secretos familiares que no habian sido desvelados, hasta ahora.