Palabras de Aliento


Sus lágrimas caían inconteniblemente y la tristeza ahogaba su corazón; se aferraba a Terry como si su vida dependiera de ello, como si él fuera la fuente de su cordura.
            Sus ojos no podían cerrarse, veía los cuerpos de sus amigos, vacíos y sin vida. No podía dejar de preguntarse el porqué de esa situación; “¿Porqué ellos?, ¿porqué ella? ¿Acaso sería así para toda su vida?
            El llanto seguía imparable, su cuerpo comenzaba a temblar mientras veía a sus amigos restantes quienes a su vez, lloraban y se lamentaban mientras que otros sentían rabia mezclada con tristeza en su interior. Pensó en sus tíos, en su hermano y en donde estaría en ese momento, en sus padres y en lo que ellos harían si estuvieran allí.
            Sintió como una suave voz susurraba en su oído:
-Tienes que seguir adelante, querida.
            La sorpresa hizo que contuviera el aire y abriera los ojos completamente; hecho que no pasó desapercibido para el vampiro que la sostenía en sus cálidos brazos.
-¿Qué pasa Fran? – escuchó que preguntaba, una nota de tristeza y preocupación se escuchaba en su voz.
            Por más que quería hablar no podía. Sentía su garganta cerrada, a pesar de que hacía todo lo posible por hablar y tranquilizar a Terry; escuchó otra voz susurrar algo incomprensible en su oído y por un momento pensó que se estaba volviendo loca.
-No, no estás loca.
            Sonrió internamente, cerró los ojos y allí estaban dos de las personas más importantes de su vida, sonriéndole y mirándola intensamente.
-Mi niña…- dijo Lila Wood, abriendo sus brazos ampliamente. Francis corrió rápido, cerrando la distancia que los separaba, llegando a los brazos de su madre.
-Mamá. No sabes… - dijo, llorando copiosamente sobre su hombro, sintiendo como otros brazos, los de su padre, la rodeaban.
-Sabemos lo que estás pasando hija, y créeme que lo sentimos, pero no pudimos hacer nada para evitar esto, Las Flores de la Vida fueron destinadas a estar en esta familia…
-Ya lo sé todo papá, y también sé que ustedes no tienen la culpa, el culpable de todo esto es ese maldito…
-Tienes que tener en mente hija, que para que todo esto acabe deben destruir Las Flores de la Vida y así…
-Destruir a Darksoul – dijo Fran; sus padres se miraron a los ojos con expresiones preocupadas, ella lo notó y preguntó:
-Hay algo que no me están diciendo, verdad?
-Hay otra cosa que debes saber…
-Pero Héctor… - dijo Lila, abrazando más fuerte a Fran, como queriendo protegerla.
-Debe saberlo, es nuestro deber decírselo. – dijo Héctor, serio de repente.
-¿Saber qué? – preguntó Fran mirando alternadamente entre sus padres, con una expresión de curiosidad mezclada con preocupación en su moreno rostro. Héctor tomó un gran suspiro y, mirándola a los ojos, le dijo:
-A pesar de que destruyan Las Flores de la Vida, Darksoul encontrará la forma de regresar.
-Lo suponía, pero cómo? – preguntó Fran.
-Ustedes, los integrantes de AE7, no se conocieron por casualidad; cada uno de ustedes cumple un papel importante en la lucha contra Darksoul.
-¿Cómo? Pero, no lo entiendo.
-Hay ciertos elementos en la historia que sólo aquellos elegidos podrán obtener, y Darksoul no descansará hasta obtenerlos todos, así eso signifique sacrificar a los elegidos.
-Pero, ¿cómo saben todo eso?
-Lo sabrás a su debido momento querida, ahora debes cumplir con la tarea que les ha sido encomendada. – susurró Lila.
-Pero los otros dos destinados a Las Flores están… - dijo Fran, con los ojos inundados de lágrimas.
-Te equivocas, Fran – dijo Héctor, esbozando una sonrisa.
-Yo los ví…
-Solo están en un profundo sueño.
            Fran sintió como la esperanza llenaba su ser y una sonrisa crecía en su rostro.
-Ya es hora hija, estás preparada?
-Sí, ahora sí.
 -Cuida de tu hermano, no pelees más con él; si están unidos serán más fuertes. – dijo Héctor abrazándola fuerte.
-Marcus y Tú están destinados a grandes cosas, estamos muy orgullosos de ustedes.- dijo Lila, acariciando despacio la mejilla de Fran, mirándola con ojos brillantes. Fran sintió un nudo creciendo en su garganta y la vista se le tornaba borrosa.
-Esto no es un adiós, verdad que no? – dijo, mirándolos a los dos, quienes le sonrieron.
-Por supuesto que no, siempre estaremos contigo y tu hermano, aquí… - susurró Lila, tocando el pecho de Fran, justo en el lugar donde estaba su corazón.
            Fran sonrió mientras los miraba a ambos, los abrazó fuertemente mientras unas lágrimas que no pudo detener se deslizaban por su rostro y caían al suelo.
-Cuídate hija… Te queremos.
            En un instante estaba abrazando a sus padres, y al otro los miraba en la distancia, ellos a su vez la miraban, abrazados el uno del otro con sonrisas plasmadas en sus rostros. Escuchó como varias voces la llamaban repetidamente.
-Fran despierta!
-Vamos Fran
-No es momento de dormir!
            Fue abriendo sus ojos lentamente, un montón de rostros borrosos llenaban su visión.
-Déjenla respirar, por favor – dijo una voz, la que reconocía como la de Terry.
-¿Estás bien amor? – susurró Terry, acariciando su rostro suavemente.
-Eso creo… ¿Qué me pasó? ¿Dónde estoy? – Trató de levantarse, mareándose en el intento; suerte que Terry estaba allí para atraparla antes de que su cabeza diera contra el duro suelo.
-No sabemos dónde estamos – dijo una voz, identificó de donde provenía y miró hacia allí, encontrándose con el semblante preocupado de Remus – Suponemos que en algún lugar debajo del Lago Negro.
-Dramione, Jose, Lun, debemos despertarlos!! – dijo Fran gritando, levantándose con ayuda de Terry.
-Pero Fran, ellos están… - susurró Abel.
-No están muertos, sólo dormidos.
-Pero Fran, eso es imposible – dijo Luis, que a pesar de lo que decía, quería creer en las palabras de Francis.
-No lo es, tienen que creerme!
-¿Cómo estás tan segura Fran? – preguntó Kadaj mirándola atentamente.
-Sólo lo sé, tienen que creerme!... Se los demostraré…
            Se dirigió hacia los cuerpos de sus amigos, los miró y apuntó su varita en alto hacia el cuerpo de Dramione.
-Ennervate!
            Todos contuvieron el aliento al ver como él se movía lentamente y gemía bajito. Remus se acercó para ayudarlo a levantarse, seguido por Duna. Fran repitió el hechizo dos veces más despertando a Lunático y Josefina, los cuales fueron ayudados por Luis y Menxu.
-Donde estamos? – preguntó Jose.
-Ay, siento como si cien centauros hubieran bailado joropo encima de mí. - dijo Lun, apoyándose en Menxu y en Abel, el cual había corrido a ayudar a Menxu después de darse cuenta de que ella sola no podría con Lunático.
            Risitas nerviosas se escucharon por toda la sala, sus ocupantes relajándose un poco, sin bajar la guardia completamente.
-Supongo que debería agradecerte Wood – dijo Dramione, mirándola.
-Todo eso para después Grenger, tenemos mucho trabajo por hacer.
-Lo sé, manos a la obra entonces.
            Se miraron a los ojos por un momento y asintieron, declarando tregua en silencio, al menos por ahora.
-Algo se acerca! – alertó Terry.
            Al instante todos tomaron posiciones defensivas, sus varitas en alto y sus corazones en sus gargantas, decididos a luchar contra lo que sea que estuviera acercándose. Borrosos manchones negros pasaron por su lado, gritos y exclamaciones de dolor se escuchaban en la sala; cuando todo se aclaró, Fran vió con sorpresa como todos los integrantes de AE7 excepto ella estaban siendo sostenidos por unas personas con capas tan negras como la oscuridad.
-MUÉSTRATE COBARDE! –gritó Fran, mirando hacia todos lados, empuñando su varita firmemente, sus ojos oscureciéndose a cada segundo que pasaba.
-No hace falta gritar, estoy aquí, Bu! – apareció detrás de ella, tomándola de la garganta y elevándola en el aire.
-Suéltame ahora, maldito – dijo Fran débilmente, sintiendo como el aire escapaba de sus pulmones.
            Con un movimiento de su brazo la lanzó contra la pared, golpeándose la cabeza fuertemente y cayendo al suelo.
-No me digas que fue tan sencillo.- dijo Darksoul con su voz seseante.
-No, te equivocas. – dijo Fran, levantándose y apoyándose de la pared para no perder el equilibrio. Miró hacia los lados, dándose cuenta de que todos sus amigos estaban amordazados y sostenidos por personas, aliados de Darksoul, con capas y máscaras negras.
-Tan sencillo que sería matarlos a todos en este momento y así librarme de esta molestia.- dijo él, chasqueó sus dedos y dos de sus aliados se acercaron a él, junto a Kadaj y Dramione, quienes se esforzaban por librarse de las garras de aquellos que los tenían sostenidos. – Pero debo decir que los necesito para lo que pienso hacer.
            Kadaj y Dramione cayeron a los pies de Fran, la cual se agachó rápidamente para ayudarlos a ambos.
-Están bien?
-Sí. – respondieron ambos.
            Darksoul movió su varita y todos vieron con asombro como en el centro de la sala aparecían las Flores de la Vida, brillando intensamente e iluminando toda la sala.
-Ingeniosos, no creen? Aquellas personas que crearon estas flores. Los únicos que pueden tocarlas son aquellos destinados a ellas, lo cual nos lleva a ustedes… - se volteó y miró a los tres, con sus oscuros ojos amarillos irradiando odio – Pero, nos falta alguien… - chasqueó sus dedos y una de las personas con capa salió del círculo, se bajó la capa y se quitó la máscara.
-Marcus? – dijo Fran mirándolo atentamente – No puede ser…
-Está bajo la maldición Imperio, Fran – dijo Kadaj, mirando los ojos vacíos de Marcus.
-Ahora sí estamos todos – sonrió Darksoul – Acérquense y entréguenme esas flores…
-Nunca… - lo miró Fran con sus ojos de un profundo color lila.
-Muy Bien… Marcus, encárgate de ella.
            Con sorpresa, Fran vió como su hermano sacaba la varita de entre los pliegues de su capa y la apuntaba directamente a ella.
-Marcus, hermano, tú no quieres hacer esto…- trató de razonar con él, pero sólo veía sus ojos inexpresivos y vacíos. – Soy yo, Fran, tu hermana, ¿me recuerdas? Tú no eres así, sé que estás allí Marcus, por favor reacciona!
-Es inútil, sangre sucia, está bajo mi control total, y no puedes hacer nada por impedirlo.
-No sabes de lo que soy capaz, Darksoul – dijo ella, desafiante.
-No te olvides de nosotros – dijo Kadaj, secundado por Dramione.
-Vaya vaya… Ahora salieron muy valientes, pero fíjense como con solo un movimiento de mi varita, están a mis pies… CRUCIO!
            Kadaj y Dramione cayeron al suelo, con los labios y los ojos fuertemente apretados, las venas en sus cuellos resaltaban, producto de la maldición torturadora de la que estaban siendo víctimas
-BASTA! – gritó Fran, mirándolo con odio – Avada Kedavra!
            Con un movimiento de su varita, Darksoul rechazó el movimiento.
-Tienes que sentirlo mestiza, como el odio recorre tus venas, sentir deseos de matar… AVADA KEDAVRA!
            Apuntó su varita a uno de su círculo de seguidores, el cuál cayó al suelo, sólo pudieron ver sus ojos, vacíos y sin vida.
-Era un espía… Eso les pasa a los que van en contra de mí, y pronto les pasará a todos ustedes – miró atentamente a cada uno de los integrantes de AE7 – Sus vidas dependen de ellos – señaló a Kadaj, Dramione, Francis y Marcus estos últimos dos mirándose atentamente. Aprovechando la distracción de Darksoul, Francis fue acercándose lentamente a su hermano, susurrándole despacio:
-Sé que estás allí hermano, y sé que tú no eres así, escúchame por favor. Perdóname por pelear tanto contigo, perdóname por las cosas feas que te he dicho, vuelve por favor…- con gran alegría, notó como los ojos de Marcus volvían poco a poco a su color normal.
-CRUCIO! – escucharon a una voz gritar, mientras Francis caía al suelo, retorciéndose de dolor, pero sin emitir el más mínimo sonido, no le daría satisfacción a ese maldito.

Scream.

El camino se ponía cada vez más oscuro, débilmente las varitas alumbraban, muy poco lograban ver hacia donde se dirigían.
-Fran, esto no me está gustando nada- se quejo Lali que miraba asustada las paredes llenas de sangre.
-Pronto llegaremos, no se preocupen- tranquilizaba Francis encabezando la marcha seguida de Terry y Remus.
-¿Crees que sigan con vida…Fran?- pregunto Didel caminando de espaldas para vigilar lo que dejaban a su paso.
-Es lo que esperamos, Didel- la voz de Duna se cortaba al responder.
Esperaban que los hechizos que habían practicado muy seguido en las reuniones les sirvieran de ayuda, por si había alguna emboscada, las paredes se hacían cada vez más estrechas y se hacía incomodo estar apretados.
-¿A…donde…nos llevara esto?- Anrre comenzaba a sentir pánico, sentía que le faltaba el aire.
-No lo sabemos, Anrre…pero cálmate, trata de respirar- la voz de Marcus era cada vez más distante para ella.
-Chicos…¡¡Hay!!- se quejo Naty.
-¿Estás bien?- Kadaj tomaba la mano de Naty para levantarla.
-¿Pero con que me tropecé?- iluminó el suelo, lo que vió la dejó sin aliento.
El cráneo de un humano fue lo primero que logro distinguir por la escasa luz, Naty grito horrorizada y se tapaba los ojos sollozando.
-No es el único… ¡miren!- Luis alumbraba un lado de la pared y había un esqueleto humano colgado en una antorcha vieja. Otro grito se escucho, esta vez de Lali, también había localizado un cadáver en descomposición, todos se fueron agrupando apuntando con las varitas en diferentes direcciones.
-¡QUIERO IRME DE AQUÍ!- grito de repente Rossie echándose al suelo.
-Shh!- trataba de silenciarla Menxu –No grites o podrían escucharnos
-Ehm, déjenme ver si puedo encender esto- Abel se acercaba al cadáver que colgaba de la antorcha.
-Ten cuidado, Abel- la voz de Duna ahora era apenas un susurro
Con algo de grima Abel tomo la cabeza llena de polvo y telas de araña.
-No es tan malo, es como tomar una roca- se reía débilmente mientras apartaba la cabeza de la antorcha, el resto del cuerpo se desplomo alborotando el polvo, Abel soltó el cráneo y empezó a sacudir el brazo tosiendo.
-¿Y si estos son los restos de Josefina, Lunático y Dramione?- pregunto Rossie temblando.
-No seas Absurda, Rossie- la reprendió Menxu tratando de borrar la idea de que esos fueran sus compañeros desaparecidos…
-…¡¡Incendio!!- varias chispas salieron de la varita de Abel hacia la antorcha y esta se prendió, acto seguido cuatro antorchas mas se encendieron solas alumbrando mas el lugar.
El sitio era circular y pequeño, con telas de araña por todos lados, había más restos humanos que por la luz de las antorchas eran de un tenue amarillo, el techo no era muy alto y daba la sensación de tristeza, agotaba el aire.
-Que asqueroso lugar- se quejaba Anrre mirando para todos lados
-¿Alguien sabe por dónde salimos?
-No lo recuerdo, estaba muy oscuro- titubeaba Francis caminando de un lado a otro examinando los dos agujeros.
-Esto debe funcionar…- Luis sujeto su varita y pronuncio claramente -…¡¡Oriéntame!!
La varita de Luis empezó a girar bruscamente en su mano hasta que salió volando de esta.
-No funciona aquí por lo que se ve- medito Remus –Esta magia oscura es muy poderosa
-Entrenamos para esto, no podemos…
-…Tranquila Fran, será mejor que caminemos para salir de aquí- interrumpió Remus
-Apoyo eso- dijo Didel que miraba a Luis buscar la varita. Luis se alejo rápido cuando vio que su varita estaba suspendida sobre una mano huesuda.
-¿Pero y si tomamos el camino incorrecto?, solo hay dos caminos, ¡Están juntos!- chillo Rossie
-Es verdad, y si tomamos al camino que no es, volveremos a los invernaderos- hablo Menxu
-Tomemos el camino de la izquierda- sugirió Francis
-Qué tal si nos dividimos- opino Marcus
-Eso no es algo inteligente, Marcus- reprocho Luis.
-¿Por qué no?- quiso saber
-Porque tenemos que estar juntos en caso de que no lo notaras- respondió Francis perdiendo la paciencia.
-Francis sigo pensando que es lo mejor- se quejo Marcus frunciendo el ceño.
-PERO NO LO ES, QUE NO TE DAS CUENTA QUE SI NOS DIVIDIMOS PODRIA SUCEDERNOS ALGO MALO?- había llegado la paciencia de Francis al límite y cuando se dio cuenta ya estaba gritando.
-NO TE DAS CUENTA QUE SI SE TOMA EL CAMINO EQUIVOCADO, ESTARIAMOS PERDIENDO MAS TIEMPO?- Marcus gritaba también.
-¡¡BASTA!! SE VA A HACER LO QUE YO DIGA Y, PARADOS AQUÍ HACIENDO NADA PERDEMOS EL “TIEMPO”, MARCUS- a estas alturas Francis ya tenía sus ojos color lila por causa del enojo.
-Chicos, no deberían discutir, no es el momento- trataba de calmarlos Remus
-¿ASI QUE TENEMOS QUE HACER LO QUE TU DIGAS?...NO ERES QUIEN PARA GOBERNARME- Marcus hizo como si Remus no existiera y dio un paso más hacia Francis quien no se movió de su puesto desafiante. Los ojos de Marcus eran de un violeta muy notorio.
-En serio chicos, sigamos caminando, ya nos daremos cuenta si tomamos el camino equivocado- suplico Duna. Francis la miro por un segundo airada tratando de recordar el por qué estaban allí. Notó que todos la miraban algo alarmados e incómodos por la tensión del momento.
-No sé lo que tienes planeado Francis, pero ¡YO!, ¡no te seguiré!- el siseo de Marcus era tenso y decidido.
-Pues puedes hacer lo que quieras…Marcus- susurro Francis formando un puño con su mano izquierda y apretando la varita con la derecha. Los chicos miraban a Marcus esperando una respuesta, algunos implorando que no se alejase del grupo, en todo caso, Francis tenía razón, no podían formar grupos y tomar caminos separados, podía ser muy peligroso.
-Naty, crees que puedas caminar- pregunto Kadaj para romper el silencio que había sido solo unos segundos, pero una eternidad para todos.
-Sí, creo poder- respondió Naty tratando de enderezarse
-¿Te duele mucho el tobillo?- Didel se había inclinado para examinarla.
-Solo un poco… ¡Hay!- se quejo Naty al sentir la presión de los dedos.
-Es una pequeña fractura, Madame Pomfrey la curara… si salimos vivos- hablo Luis parado detrás de Kadaj.
-Que alentador- el sarcasmo de Anrre silencio a Luis, lo miro unos segundos y volvió a mirar a Marcus –Creo que será mejor que sigamos a Fran, Marcus- lo tomaba de la mano, pero este no respondió, seguía mirando a Francis ceñudo.
-Da igual lo que haga- Francis dio media vuelta y entro sin esperar respuesta de alguien.
-Que valiente- vocifero Rossie que aun lo pensaba dos veces antes de seguir.
-Vamos- Remus la siguió y acto seguido todos excepto uno entraron al agujero de la izquierda.
Marcus desbordaba ira, estaba solo, temblando de rabia, las llamas de las antorchas comenzaban a extinguirse hasta que quedo sumergido en la oscuridad. Una voz lo hizo voltearse, se encontró cara a cara con un ser muy conocido para él, sonrió, preparando su varita.
Francis por otro lado caminada decidida, las varitas volvían a ser débiles y todo era de un intenso negro.
-Estoy preocupada, Fran- chillaba Anrre indecisa, no sabía si volver con Marcus o seguir con el grupo.
-Sabe cuidarse solo- espeto Francis fríamente.
-Entendemos como te sientes Fran- trataba de alentarla Menxu.
-No, no lo entienden- corto secamente. El camino era corto, a continuación llegaron a una especie de caverna alumbrada por una tenue luz azulado verdoso, llena de doce pilares de rocas, parecía un santuario abandonado hecho por la naturaleza.
-¿A caso estamos…debajo del lago?- Rossie señalaba la fuente de luz sorprendida
-Eso parece- aseguro Remus
Es fácil saber el camino, allá está la puerta- señalo Duna otro agujero, mas grande que el anterior.
-Sera mejor que vallamos antes de que el lago negro decida caer sobre nosotros- apuro Terry mirando como el lago se movía uniforme tal cual lo hacía en la superficie con el roce de la brisa, en el fondo del lago solo se veía una oscuridad infinita.
-Creí que la sala común de Slytherin quedaba…
-…Rossie- interrumpió Duna, no podía revelar el paradero del la sala común, pero al igual que Rossie, Duna estaba algo confundida.
-No es momento de lealtad- empezó a caminar Remus.
-Chicos…- sollozaba Menxu apuntando con la varita hacia uno de los doce pilares.
-¿Qué pasa Menxu?- pregunto Kadaj apuntando también al pilar. Un grito ahogado termino de alarmar al grupo, Lali se tapaba la boca y movía la cabeza como tratando de despertar de un mal sueño.
Terry aferraba ahora el hombro de Francis mirando lo que salía de la oscuridad.
-¿Lali?- la miro Abel. Temblando Lali señalo otro pilar, esta vez Duna y Abel alumbraron con sus varitas.
-¿Pero que son esas cosas?- pregunto Didel asustado viendo lo que salía de los pilares. Era la figura de un hombre de largos brazos y piernas arqueadas, se veía perturbado y arrastraba los pasos tratando de llegar hasta donde estaban los chicos, poco a poco fueron saliendo más y más humanoides. Todos apuntaban con sus varitas agrupándose todo lo que podían.
-Alguien sabe que son- pregunto Anrre con voz cortada
-Josefina habría respondido a tu pregunta, o Dramione- lamento Luis resentido apuntando firmemente a un espectro que se le acercaba.
-Son orcos- respondió Francis sin mostrar signos de miedo.
-Espero que adoren a los humanos- suplicaba Naty mirándolos con horror.
-Te equivocas, odian a los humanos- desalentó Remus –Y, son carnívoros- culmino
-¿C…carnívoros?- el miedo de Naty era notorio, Kadaj y Crook la sentían temblar.
-Saben cómo repelerlos- pregunto Crook quien no había hablado en el camino, habían olvidado su presencia. Por otro lado Francis imaginaba una exhaustiva competencia con Dramione tratando de responder primero.
-He leído que odian el sol- contesto Remus apuntando a uno que estaba cada vez más cerca de él. Francis volvió a centrar su mente y miro fijamente a un orco que se acercaba a ella.
-Bien, cuando estén más cercas, utilizamos el hechizo lumos solem, de acuerdo?- vocifero Francis preparando su varita.
Los orcos cada vez se acercaban más, Abel pudo calcular unos ocho, seria pan comido, una vez cegados podían echarles algún maleficio, algo que Abel había estado esperando con ansia.
-Prepárense, cuando cuente tres…uno…- Los humanoides estaban cada vez cerca.
-…Dos- estaban acorralados, podían escuchar los lamentos de los orcos
-¡¡Podrías decir tres de una maldita vez!!- se quejo Abel perdiendo la paciencia. Remus respiro hondo y grito…
-…TRES!!
La caverna estallo en varios gritos invocando la luz solar, los espectros comenzaban a quejarse, gritando con sus roncas voces.
-SECTUMSEMPRA!!- grito Abel a uno de los orcos que se echaba sobre él.
-¡¡Vamos, corran!!- Kadaj comenzaba a correr hacia la siguiente puerta
“SECTUMSEMPRA…LUMOS SOLEM…DEPULSO…LOCOMOTOR MORTIS…INCENDIO…PETRIFICUS TOTALUS” gritaban los chicos mientras corrían alejándose de la habitación.
Los espectros gritaban enojados, uno sufría heridas que parecía no sentirlas, otro caía al suelo tapándose los ojos, uno salía expulsado, otro caía por tener las piernas juntas, el que más gritaba estaba lleno de llamas, otro estaba inmóvil. Francis que se estaba quedando atrás vio a uno que estaba bloqueando el paso.
-¡¡LEVICORPUS!!- grito enojada. El espectro se elevo en el aire, cada vez más se elevaba hasta que toco el lago y este absorbió al orco de manera instantánea, el lago parecía ser un imán, las gotas volvían a unirse y este volvía a estar sereno, como si no se hubiese roto la superficie.
Francis corrió horrorizada hasta donde estaban los demás.
-Esto parece no tener fin- decía Crook un tanto cansado.
El camino era más amplio, y cada vez que caminaban se volvía más espacioso,
-¿Fran, estas más calmada ahora?- le susurro Terry al oído
-En realidad, no, me siento mal, es tanta ira…- se quejaba Francis apretando la mandíbula al hablar. Si Terry no le hubiera hablado habría olvidado que él estaba con ella.
-Tu hermano estará bien- le dio un beso en la mejilla. ¿Cómo podía Terry estar tan calmado cuando estaban a punto de enfrentarse con lo desconocido?, ¿cómo podía hablar tan serenamente cuando casi se los comen a todos los orcos? ¿A caso se olvidaba que los demás eran humanos? ¿No sentiría el mismo peligro de ser comido, por ser inmortal?
Francis no le respondió, el criticar que él fuera vampiro le había apenado tanto que decidió alejarse de él y unirse con Kadaj que estaba encabezando la marcha.
-La sangre desaparece en este lugar, mira- Kadaj alumbraba la pared.
-Sí, al parecer- Remus se acercaba también examinando.
-Fran…Fran- la llamaba Remus, pero esta no respondía. Francis caminaba como hipnotizada, estaba sorprendida con la lúgubre sala.
-Chicos miren esto- llamo Francis apuntando con su varita el lugar. Remus, Terry, Anrre, Luis, Menxu, Rossie, Duna, Didel, Abel, Crook, Lali, Naty y Kadaj se acercaron a Francis con la boca abierta.
El lugar estaba frio, y lleno de moho por todos lados, había en el centro de la amplia sala un pedestal alumbrado por la tenue luz azulado verdoso del lago que reinaba sobre sus cabezas, era una sala mucho más grande que la anterior, con un bosque de pilares y escombros que acentuaban mas la oscuridad de sus rincones, había algunos huesos humanos regados por todas partes.
-Es como toda una ciudad de…
-…Ni se te ocurra decirlo, Luis- interrumpió Naty ceñuda.
-Pero sí lo es, no saldremos con vida, seremos comida de orcos- se quejo Luis mirándola también ceñudo.
-¡¡Fran…FRAN!!- llamo Duna cuando la veía caminar al centro de la atestada sala.
-Por qué no hace caso?- se quejo Didel
Francis caminaba cada vez más al centro, detrás de ella los chicos la seguían mirando a todos lados, esperando la aparición de los orcos.
-Tranquilos, aquí no hay orcos- hablo Terry ceñudo
-¿Ah no?- pregunto Lali
-No, solo hay…
-…¡¡LUNATICO!!- el grito horrorizado de Francis interrumpió bruscamente lo que iba a decir Terry.
Todos la miraron sorprendidos y caminaron hacia ella ignorando por completo a Terry. Naty se llevo sus manos a la boca comenzando a llorar sin poder frenar las lágrimas.
El cuerpo de Lunático yacía en el pedestal, con sus ropas raídas y con heridas por todos lados, su cuerpo estaba pálido, a un lado estaba el cuerpo de Josefina igualmente maltratado, el color de su piel era como el del yeso, Dramione estaba junto a ella sin mostrar signos de vida tan blanco como Josefina.
-¡¡Llegamos tarde…llegamos tarde!!- sollozo Luis corriendo hasta donde estaban los cuerpos inmóviles de Josefina y Dramione.
-Oh…Lun- chillo Naty corriendo con dificultad para llegar hasta donde yacía el cuerpo de Lunático
Francis estaba paralizada, viendo los pálidos y raídos cuerpos de sus amigos sobre el pedestal. Francis no podía moverse, estaba muda, su mejor amigo estaba a pocos metros de ella, sin signos de estar vivo, ¿volvería a ver Francis aquella sonrisa que el tenia cada vez que terminaba una práctica de quidditch, o cuando milagrosamente sacaba un sobresaliente en clases de transformaciones? ¿Volvería a ver a Josefina justa y madura como siempre era, sin romper las reglas del colegio, con la ambición de ser prefecta de Ravenclaw? ¿Volvería a discutir con Dramione otra vez por llevarle la contraria?
Estas y más preguntas invadieron la mente de Francis al ver que sobre el pedestal estaban tres personas que en grados y cariños diferentes fueron especiales para ella. Mientras los miraba, lágrimas que no pudo detener empezaron a bajar por sus mejillas, sus piernas empezaron a temblar, dudaba que pudieran sostenerla por mucho rato, no apartaba la vista de los cuerpos de sus tres amigos. Lun, con quien a veces discutía pero se contentaba enseguida, Josefina aquella dulce chica con la que se llevaba tan bien, y Dramione, miró a este último, sus ojos azules estaban abiertos pero vacíos, recordó que esos ojos eran los que había visto una vez en clase de adivinación, hacía ya tanto tiempo. Sus piernas ya no pudieron soportarla más y cayó al suelo, dejando que las lágrimas se deslizaran por su rostro. Notó como sus demás amigos sollozaban y lanzaban gritos de “Porque!?” preguntas que nadie respondía, notó que alguien colocaba una mano en su hombro y se arrodillaba a su lado, susurrando en su oído.
-Tienes que ser fuerte, Fran.- dijo Terry, apretando su hombro.
-No puedo, ya no puedo más.-respondió ella en un susurro roto.
Sorpresivamente Terry la acercó a su cuerpo y la abrazó fuerte, Fran tomó aliento y largó a llorar sobre su hombro. Terry dejó que se desahogara, acariciando su espalda, abrazándola fuerte y susurrando palabras que ella no alcanzaba a escuchar.
Sollozaba incontrolablemente, miles de preguntas sin respuesta saltaban en su cabeza, preguntas que sabía no serían respondidas pronto. Sabía quién era el culpable de tanto dolor y sufrimiento, una ira irracional la llenó, lágrimas de rabia llenaron sus ojos, notó como estos se oscurecían, también notó como Terry la llamaba, clavó las uñas en su espalda, sabiendo que su dura piel no sentiría dolor, así que lo apretó más fuerte, buscando consuelo, consuelo que el le daba. Trataba de calmarse pero no podía, su visión se nubló y de repente, todo se volvió negro.

Tormento.



La mañana estaba muy soleada, los rayos del sol se asomaban con timidez por los ventanales de la torre, Luis se encontraba confundido, no recordaba casi nada de la noche anterior, solo sabía que le había pasado algo a Dramione, y no lo había soñado. Se alisto lo más rápido que pudo y salió de la Sala Común directo al despacho de la profesora McGonagall…
-¡¡Profesora McGonagall, tengo que hablar urgente con usted!!- hablo Luis pálido y con algo de ojeras.
-Diga señor Montoes, que pasa- dijo la profesora alarmada al ver la expresión que se reflejaba de la cara de Luis.
-Se trata de, Dramione profesora, tenemos que…
-No me diga que ha tenido otra riña con el señor Grenger, basto con una que tenemos pendiente…
-No es eso, ¡¡es algo peor!!- insistió Luis.
-Pero diga entonces que pasa- la profesora McGonagall se levanto de inmediato para ponerse justo al frente de Luis y lo veía titubear.
-¡¡Ha desaparecido!!- dijo finalmente Luis con un dejo de rabia en la voz.
-¿Cómo que ha desaparecido?- interrogo McGonagall completamente histérica.
-Paso anoche profesora, lo estaba siguiendo cuando…
-¡¡Vamos directamente a buscar al profesor Dumbledore y al Profesor Filius Flitwick!!...¡¡otro alumno más!!- jalo el brazo de Luis, casi al extremo de arrancárselo, fueron hasta la gárgola que obstruía el paso.
-¡Cangrejo torcido!-
La gárgola giró, mostrando unas escaleras en forma de caracol, subieron y entraron al despacho sin siquiera tocar antes.
-¡¡El señor Grenger ha desaparecido, Dumbledore!!- entró desesperada McGonagall.
-Calma…avise al profesor Flitwick de inmediato- calmo Dumbledore poniéndose de pie. La profesora salió a toda prisa y Luis se quedo mirando distraído un cofre antiguo que estaba en un rincón –Señor Montoes, tal vez usted tenga algo que explicar- se dirigió hacia Luis sacándolo completamente de su curiosidad.
-Sí, Dramione, anoche, desapareció- vacilo algo temeroso.
-Sí, ya lo sabemos, pero…necesitamos saber cómo paso- lo miro por encima de sus lentes en forma de media luna.
-El, salió…anoche, de la Sala Común…lo seguí, para saber a dónde iba…pero lo perdí de vista…creo que iba a ver en el vestíbulo a Skarlet Moonblack…profesor…
-A la señorita Moonblack… ¿y qué hora era cuando salió de la habitación su compañero?
-Las…doce, profesor
-Una hora muy mala para deambular por los pasillos…
-Profesor, el no era el único que estaba despierto, había alguien más en las mazmorras…
-¿Mazmorras?
-Sí, el se fue ahí, y vi a alguien muy extraño, minutos antes de que Dramione desapareciera…aparecí en mi cuarto como si nada- interrumpió Luis al ver que no lo dejaba terminar.
-Quiero que valla por la señorita Moonblack…dígale que la quiero ver en treinta minutos- exigió amablemente Dumbledore
McGonagall entró poco después con el profesor Flitwick siguiéndola, un poco desconcertado por la noticia propuso enviar una lechuza a sus padres, McGonagall estuvo de acuerdo y se dispuso a enviarlas. Mientras tanto Luis regreso a la torre Ravenclaw para buscar la varita de Dramione, sabía que los padres de el llegarían pronto, por lo que se dispuso a estar presente, salió y camino en busca de Skarlet se encontró a Francis que iba acompañada de Kadaj, Naty y Terry, trato de seguir su camino pero…
-Hola Luis, Buen día- saludo Francis.
-Hola, Fran- fingió una sonrisa pero no pudo engañarla.
-¿Paso algo?- pregunto Francis extrañada, Kadaj y Naty se acercaron a saludarlos, pero al ver su cara dejaron el saludo en la garganta.
-De hecho…si paso algo, y grave- respondió rindiéndose, tenía la varita de Dramione en la mano y trato de ocultarla en vano, porque Francis ya había visto el pedazo de madera en su mano.
-¿Qué haces con la varita de Dramione, Luis?- pregunto Naty un poco sorprendida. Francis sintió que le había robado la pregunta, pero se alivio al escuchar la pregunta y no recitarla ella.
-Emm…bueno, esto...- vaciló –Se que lo que les voy a decir les alegrara mucho- dijo dudando en si contarlo o no.
-Ya di lo que sea, Luis- animo Kadaj algo impaciente.
-Sí, no creo que sea algo grave, de seguro quieres esconderle la varita, o lo mataste mientras dormía- dijo Francis algo divertida.
-De hecho, anoche desapareció, Wood- dijo al fin con severidad en el rostro, Francis trago grueso ante la noticia y no supo que decir, Naty y Kadaj se miraron uno al otro mientras Terry esbozaba una sonrisa no muy agradable –Voy a por Skarlet, Dumbledore ya lo sabe y me mando a buscarla, han avisado a los padres de Lunático, Josefina y Dramione, no deben tardar en venir.
-¿Y qué tiene que ver esa francesita tonta?...te acompañamos- dijo Francis.
-No creo que sea conveniente- hablo finalmente y se alejo del pequeño grupo.
-¿Cómo pudo haber desaparecido?- se pregunto Naty.
-No lo sabemos, pero, ya definitivamente Hogwarts no es seguro- opino Kadaj.
-¡¡¡La profesora de adivinaciones!!!- salto Naty de repente
-¿Naty no creerás lo que esa chiflada diga?- pregunto Kadaj cansinamente.
-¡¡Pero ella lo dijo…Dramione sufrirá!! ¡¡Recuérdenlo!!- insistió –Todo lo que predijo se está cumpliendo, Fran tu…tu puedes ser la siguiente en desaparecer –la abrazo a punto de llorar.
-No le pasara nada, estoy para cuidarle Naty- la tranquilizo Terry, Kadaj lo miro de refilón y frunció el ceño.
-Creo que deberíamos avisar a los demás- dijo Kadaj al fin para alejar prácticamente a Terry de la conversación. Caminaron cada uno sumido en sus propios pensamientos hasta llegar al Gran Salón, una vez ahí se dividieron, Naty, Francis y Kadaj se fueron a la mesa Gryffindor mientras Terry con mirada melancólica se iba a la mesa Ravenclaw.
-¿Qué haremos ahora que ha desaparecido Dramione, Fran?- pregunto curioso Kadaj mientras tomaba unas tostada de la bandeja que tenía en frente –Se supone que tenemos que estar los cuatros juntos.
-No lo sé…tenemos que hablar de esto con Dumbledore, es importante que…
-¡¡Háganme caso!!- exigió Naty –Fran, la profesora advirtió lo que pasaría, ¿por qué no le creen? Está pasando en nuestras propias narices – dijo cansinamente.
-Naty…por más que me cueste aceptar las locas predicciones de Trelawney, tiene razón muchachos – hablo Marcus acercándose a la mesa –Hola, hermanita- saludo a Francis dándole un beso en la mejilla.
-¡¡Vaya!!...hasta que alguien dice algo coherente- farfullo Naty algo malhumorada.
-Tranquila, Naty- calmo Kadaj guiñándole un ojo. Naty se sonrojo y desvió la mirada, vagamente miro la mesa Ravenclaw y vio que Terry miraba a Francis fijamente sin tocar su desayuno, Naty le hizo señas a Francis y lo miro algo sonrojada, motivo por el cual Marcus y Kadaj miraron a Terry ceñudos <<¡¡Vaya tensión!!>> Pensó Francis. Marcus se sentó en la mesa y varios chicos de cursos inferiores, podrían ser de segundo curso, lo miraron de reojo y murmuraron en voz baja, reacción obvia (¿qué hacia un enemigo de casa conviviendo alegremente en territorio ajeno?), pero Marcus no hizo caso a las miradas punzantes y siguió hablando con Francis.
-Así que…ha desaparecido, Dramione- apretó los labios Marcus para aguantar una risa.
-No es motivo de gracia, Marcus- reprendió Naty mirando ceñuda.
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Así transcurrieron unos minutos cuando vieron por el ventanal del Gran Salón un punto rojo que se acercaba muy rápido, más atrás vieron otro punto, pero de color violeta muchos curiosos se levantaron de sus mesas y se acercaron a los ventanales.
-¿Pero eso que es?- pregunto Anrre parándose en las puntas de los pies.
-Mmm…al parecer son…
-Los padres de Dramione, Rosita- dijo Francis sacando a Anrre y a Rossie de duda.
-¿Pero y el punto violeta?- pregunto Didel que estaba cerca de Rossie.
-Los padres de Josefina- respondió Luis que estaba con las manos en los bolsillos viendo tranquilamente por la ventana. Ya los puntos lejanos estaban visibles, dos colosales carruajes con pegasus tirando de ellas pasaron velozmente cerca del castillo, se dirigían a la puerta principal, Francis, Kadaj, Naty, Marcus, Luis y mucho de los que estaban ahí fueron al vestíbulo a ver qué sucedía. Del carruaje rojo sangre se bajaron dos señores estirados, la señora lloraba con un pañuelo en la mano y el señor estaba con cara de pocos amigos, eran los padres de Dramione. Del carruaje violeta se bajaron otros dos señores, una señora desesperada, y un padre preocupado se dirigían a paso veloz hacia el despacho de Dumbledore, eran los padres de Josefina, todos murmuraban por tan dramática entrada, y murmuraron mas al ver unas escobas que se acercaban con mas padres, y varios carruajes de Hogwarts llegaban con otros parientes más ¡¡Se habían multiplicado!! En uno de esos carruajes del colegio Francis distinguió el rostro angustiado de su tía, salió corriendo para recibirlos y preguntar qué hacían ahí.
-Hemos venido a buscarlos, a Marcus y a ti- dijo la tía de Francis en el momento que le daba un abrazo.
-¿Pero por qué?- pregunto confundida -¡¡No puedo irme del colegio, me necesitan!!
-Corres peligro, Francis
-¿Francis?- se sorprendió, nunca le había llamado con el nombre completo, eso solo significaba que estaba algo disgustada por la rebeldía. Trato de ignorar eso y abrazo a su tío, le dedico una mirada de suplica, pero este desvió la mirada, lo soltó resignada y camino detrás de ellos, vio como Marcus los abrazaba y se quedo en la puerta para verlos alejarse.
-No me gusta nada de esto- espeto Laura que se había acercado al grupo mientras veía que su padre se bajaba de una de las escobas y corría a recibirlo.
-Estoy de acuerdo con Lali, esto no está bien- dijo Duna cruzada de brazos. Francis la miro y dejo salir un suspiro y se dispuso a ir al despacho de Dumbledore ¡¡Tenía que saber que pasaba!! Subió unas escaleras, seguida de Marcus, Naty, Kadaj, Terry y Luis, mucho más atrás estaba Skarlet con los brazos cruzados, se pararon al llegar a la gárgola y ver a tantos padres acumulados.
-¡¡Padge…Madge!!
Francis miro a Skarlet correr hasta dos señores, una señora delgada de cuello largo y nariz grande abrió los brazos para recibirla, y más a un lado estaba un rechoncho señor con bigotes muy peinados y encerados, sintió un fuerte deseo por reírse pero se contuvo, también estaba una niña pequeña calculaba unos diez años, muy parecida a Skarlet, casi podría decirse que era una réplica encogida, la gárgola se abrió y salió McGonagall a ordenar el rebullicio de los padres.
-El profesor Dumbledore pide hablar con los señores Love, Grenger, Wood, Lovegood...
-Vinimos a retirar a nuestros hijos de este peligroso colegio- dijo un señor con tono de voz petulante pero atrayente. Francis lo miro de inmediato y vio que Hermi estaba a su lado, debía suponer que era su padre. El señor Perses miro de reojo a Francis y dejo salir una risita chocante. Francis lo miró desafiante y cambió la mirada.
-Eso lo hablaran después, esto es más importante- McGonagall dio paso a los padres que había nombrado y entro poco después de mirar quienes estaban.

-¿Cómo puede pasar esto en Hogwarts?- gritó el señor Grenger
-¡¡Osiris, cálmate por favor!!- le decía la señora Grenger llorando.
-¿Qué ha pasado con la seguridad del colegio…donde esta mi hija?- preguntó el señor Love.
-Estas desapariciones se deben al regreso de Dark Soul, señor Oscar- dijo Dumbledore muy calmado, como siempre.
-¿Y lo dice así tan tranquilo?- pregunto la madre de Lunático.
-Los chicos serán nuestra única salvación- se adelanto Dumbledore antes de que hablara la señora Wood.
Afuera estaban impacientes los alumnos murmurando cosas con los nervios de punta, Francis decidió alejarse junto con sus amigos.
-Esto no se puede quedar así, ya son tres- dijo Naty
-Sí, bueno, tenemos que buscarlos esta noche si es posible- aventuro Francis mirándolos a todos seria.
-Estoy de acuerdo con Fran, tenemos que buscarlos esta misma noche- acertó Kadaj
-Pero puede ser peligroso- advirtió Naty asustada
-De peores cosas nos hemos librado- animo Marcus.
-Sí, bueno, ¿alguien sabe por dónde comenzar?- pregunto Francis
-Pues, solo tenemos que seguir pistas- opinó Terry.
-Bueno, comencemos por Lunático, ¿el donde desapareció?- habló Kadaj.
-Pues, camino a clases de adivinación Dramione lo molesto cerca de un pasillo, que es primera vez que se que ha estado ahí, y pues misteriosamente ahí desapareció- contesto Francis dudando.
-Y ¿Dónde desapareció Josefina?- preguntó Terry
-En el bosque, cerca de los invernaderos- se adelanto a decir Naty.
-¿Y ahora Grenger donde desapareció?- Francis hizo la última pregunta.
-En las mazmorras- dijo Luis apareciendo detrás de ella –Lo seguí, y pues ahí fue donde lo vi por última vez.
-Quiere decir que el sujeto quien hace estas desapariciones esta aquí en el castillo, será mejor que empecemos a buscar- Kadaj se mostró interesado ante su suposición. Y salieron en marcha, subieron para buscar el supuesto pasillo pero no había nada, las paredes seguían rígidas como de costumbre, luego buscaron en el bosque cerca de los invernaderos y no lograron encontrar nada, por ultimo fueron hasta las mazmorras y nada por un momento tenía orden ni sentido, ya cerca de las cuatro de la tarde los visitantes comenzaban a abandonar el castillo, algunos con sus hijos, otros se iban molestos, Francis y Marcus se despidieron de sus tíos, ya que no quisieron irse, AE7 tenía que investigar la razón de estas desapariciones tan extrañas, su misión era buscar a sus tres compañeros y volver a darle el tan famoso titulo de la mejor escuela de magia de Inglaterra a Hogwarts.
-El quinto piso, el bosque y las mazmorras, tres puntos, y una puerta misteriosa, vaya dilema- dijo Crook al ver lo difícil que era averiguar el paradero exacto de DarkSoul.
-Pero, si hay un pasillo que no existe, solo quedarían la mazmorra y el bosque, un lugar que queda en medio de este es el invernadero, este sujeto está vigilando cada paso que damos.
-Sí, Abel, ¿pero que tienen que ver el invernadero, las mazmorras y el quinto piso?- quiso saber Rossie.
-Es lo que no me cabe en la cabeza- respondió.
-El atacante va por Fran, la profesora Trelawney lo dijo- advirtió Naty cruzada de brazos, se temía que le dijeran que la profesora era una chiflada pero no, todo lo contrario, y esto le sorprendió.
-Entonces Fran, serás la carnada- señalo Didel.
-Sí, te buscara, y será motivo para atraparlo- dijo Kadaj.
-No me parece buena idea- espetó Marcus.
-No decimos que lo sea, pero es necesario- opinó Terry mirando a Francis algo preocupado.
-Yo, estoy dispuesta a serlo, si es la única manera, pues lo haré- dijo Francis valientemente pero con algo de temor.
-Fran, podemos buscar otra solución- propuso Marcus.
-No, ya está decidido, yo seré la carnada- corto Francis frunciendo el ceño.
-Será mejor que busquemos un lugar fuera del castillo, porque hay muchos alumnos merodeando por ahí, internémonos en el bosque- propuso Abel.
-Dividámonos por grupos de tres- sugirió Didel.
-Buena idea, si encontramos algo lo comunicamos a través de las monedas- asintió Francis. Obedecieron y salieron del castillo algo escondidos, el sol empezaba a bajar y los rayos eran cálidos y suaves, como se lo temían el bosque estaba solo, Francis estaba con Terry y Marcus quien los miraba un poco receloso, se dispersaron un poco pero Francis comenzaba a alejarse.
-No te alejes demasiado- previno Marcus. Ella solo asintió sin prestar atención y siguió caminando, internándose más en el bosque, cuando se dio cuenta estaba sola, y quiso devolverse, pero sintió sus piernas débiles para caminar, trato de correr pero cayó por culpa de una raíz levantada, empezaba a empeorar, se levanto y grito auxilios pero parecía estar sola, detrás de ella estaba su peor pesadilla, era el mismo que había atacado a Josefina, Francis se escondió detrás de un árbol y trato de echar un vistazo para ver a su acosador, ahí estaba el, su mejor amigo Lunático, riendo a carcajadas y mirándola fijamente, sintió temor y dio la vuelta para correr, pero parada muy cerca de ella estaba Josefina riendo maliciosamente ¡¡YA BASTA!! Le grito en vano, huyo y corrió para buscar a Terry pero de la nada apareció Dramione con su petulante risa, una muy diabólica carcajada dejo salir agrandando sus ojos azules y mirándola fijo, Francis reconoció esos ojos muchos meses antes en una bola de cristal, cuando estaba en la clase de adivinación, ¡¡DEJAME!! Gritó, se tapo los ojos para ver si estaba dormida pero no, cuando los abrió tenía cara a cara un ser oscuro de ojos amarillos dientes grandes y colmillos amarillentos, era él, la muerte se reflejaba en su esquelético rostro, Francis sintió fuertes ganas de llorar pero no le salían las lagrimas, viró en dirección opuesta para salir de ahí, ¡¡Incarcero!! Luces violetas atraparon sus piernas dejándola inmóvil, cayó al suelo y este se acerco a ella.
-Vine a por ti, Wood- resonó su áspera y arrastrada voz. Francis estaba muda tratando de dejar salir un prominente grito. Era increíble lo inútil que se sentía en esos momentos.
-¡¡RELASKIO!!- atacó Terry acabando de llegar. El hombre misterioso desapareció del lugar - ¡¡Finite Incantatem!! –La libero de las cuerdas – ¡¡Corre Fran, hay que alcanzarlo!!
Marcus se encargo de avisar a los demás mientras seguían al atacante, Francis estaba pálida, pero aun así decidió perseguir al seguidor de DarkSoul, llegaron hasta los invernaderos.
-No hay otro lugar que este, no hay mas salida- vocifero Terry. En escasos minutos ya habían llegado Laura, Crook, Duna, Rossie, Abel, Menxu, Didel, Luis, Remus, Kadaj, Naty y Anrre.
-Así que aquí es de donde salió- miro Rossie.
-Eso creemos…estuvo a punto de atacar a Francis- hablo Terry.
-¿Y que esperamos para entrar?- pregunto Didel.
-Vamos por Dark ahora mismo- se adelanto a decir Anrre. Le obedecieron y entraron al supuesto escondite, buscaron llenos de coraje pero no encontraban nada comprometedor, hasta que…
-¡¡Hey!!...chicos miren esto- bramó Didel levantando una cortina de ramas, ahí estaba, una puerta misteriosa, era la primera vez que la veían ahí, tenía un pequeño letrerito dorado con un escrito que no se entendían, la perilla era dorada y tenia forma de calavera, Didel sintió el instinto de abrir la puerta y su mano se puso fría al tacto, aun así…logró abrirla.
Se miraron a las caras, algo sorprendidos de que la puerta haya cedido tan fácilmente, Marcus y Fran fueron los primeros en entrar, seguidos de cerca por los demás. Al pasar todos, la puerta se cerró dejando salir un ruido estremecedor que resonó en las paredes de la sala en la que se encontraban, provocando que dieran un salto, una a una se encendían unas viejas antorchas en las paredes, iluminando tenuemente la sala.
-Creen que sea seguro continuar?-preguntó Rossie.
-No tenemos más alternativa.-dijo Didel agarrándola de la mano y sonriéndole un poco, ella le devolvió la sonrisa, agradecida.
-Es mi imaginación o está faltando el aire?-preguntó Marcus, respirando entrecortadamente.
-No es tu imaginación, yo también siento como si el aire me faltara.-dijo Anrre tomándose de la garganta.
-No puedo respirar.-dijo Laura, cayendo al suelo de rodillas.
-Lali!-gritó Abe, arrodillándose a su lado.
-Todos tranquilos!.-dijo Remus- es un hechizo, ataca a la mente, haciéndola creer que te falta el aire, para que dejes de respirar y te debilites. Solo relájense y respiren profundo.
Todos hicieron lo que Remus había dicho y pronto se sintieron mejor.
-Este es un hechizo muy complicado de realizar, y de magia oscura.-dijo Remus con el entrecejo fruncido.
-A estas alturas ya nada debería sorprendernos en cuanto a Dark.-dijo Fran con voz débil.
-Fran, te pasa algo?-preguntó Kadaj, mirándola atento.
-Nada Kadaj, no te preocupes por mí.-le sonrió-Continuemos, no tenemos toda la noche, no sabemos que les podría estar haciendo ese maldito a nuestros amigos.
Con energías renovadas siguieron su camino, se encontraron ante una pared de piedra sellada, sin signo alguno de una manilla, ni una puerta, absolutamente nada.
-Esto no puede terminar aquí.-dijo Remus, sacó su varita y dijo.- Specialis Revelio!
Al mismo instante en que pronunció el hechizo, una puerta se materializó ante ellos, se miraron a las caras y avanzaron dispuestos a enfrentarse a cualquier peligro que se les presentara.

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No muy lejos de allí…
-No puede ser…Dramione!-gritó la que parecía ser una chica, al ver que la puerta de la mazmorra en la que se encontraban ella y su compañero se abría y un chico era lanzado al suelo de la misma.
-Es Dramione?-dijo la voz de un chico.
Se levantaron rápidamente, corriendo a ayudar a Dramione, el cuál se veía muy malherido.
-Dramione que te pasó?-dijo Josefina al borde de las lágrimas, tomando la cabeza de Dramione y colocándola en su regazo.
-Me…torturaron, fue…horrible.-dijo en voz muy baja.
Un escalofriante grito hizo eco en las mazmorras, eco que parecía ser la voz de una chica, una chica conocida.
-Oh por Merlín…-susurró José.
Escucharon unos pasos y el ondear de una capa, pasar al frente de la mazmorra en la que se encontraban encerrados.
-Esto será divertido.-dijo la voz seseantemente, mientras Jose y Josefina se estremecían y Dramione caía en las garras de la inconsciencia.

Sumergiéndose en el pasado (III Parte)

-Como ya les dije, los maleficios imperdonables se dividen en tres, Cruciatus: el maleficio torturador, Imperius: el maleficio controlador, y el más peligroso de todos, el Avada Kedavra. Todos lo captan?-dijo Remus, mientras murmullos de asentimiento recorrían la Sala Común en la que se encontraban practicando los integrantes de AE7.
-Por supuesto, estos maleficios son muy complicados de realizar, se sabe que los magos oscuros son los únicos que han podido hacerlo a la perfección-dijo Fran con voz seria y monótona, paseando por la sala con las miradas de sus compañeros sobre ella.- Pienso que el primer maleficio que deberíamos practicar es el maleficio Imperius, es el que requiere mayor concentración y si aprendemos ese, estaremos mejor preparados a la hora de practicar el Cruciatus.
-No practicaremos el Avada Kedavra? porque ya sé contra quién quiero practicarlo-preguntó Dramione sonriendo y mirando a Fran atentamente, Terry lo miró y le gruñó mientras él alzaba una ceja. Fran respondió sin mirarlo:
-Si quieres practicar el Avada Kedavra tendrás que hacerlo fuera de esta sala, pero no podrás utilizarlo contra ninguno de los miembros de AE7 o de los alumnos del castillo.
-Y quién eres tú para darme órdenes, Wood? Yo puedo hacer lo que se me venga en gana-preguntó levantándose de su asiento, Fran finalmente lo miró y le dijo.
-Haz lo que quieras Grenger, pero si me llego a enterar de que utilizaste el Avada contra alguno de nosotros o de los alumnos del castillo, te las verás conmigo.
-Jajaja –rió Dramione alzando una ceja- Crees que te tengo miedo?
-Creo que eres lo suficientemente tonto como para pensar no temerme.-respondió de nuevo, monótonamente.
Marcus miró a Fran atentamente con el entrecejo fruncido, Kadaj se percató de ello y le preguntó:
-Estás pensando lo mismo que yo?
-Si, pienso que a Fran le está pasando algo, que le viene pasando desde hace tiempo pero que no nos quiere hablar de ello.
-Y qué haremos al respecto?
-Esperar, yo hablaré con ella al finalizar la reunión.
-Muy bien.-dijo Kadaj sin disimular su preocupación.
-Pues no te tengo miedo, Francis Wood. No tengo ninguna razón para temerte.
-Ponme a prueba, Grenger. – dijo Fran, esbozando una fría sonrisa.
Todos veían la discusión mirando de Fran a Dramione, como si observaran un partido de ping-pong, de un lado al otro, sorprendidos por las cosas que decían.
-Ok sinceramente, pienso que están siendo tontos, los dos-dijo Abel, levantándose de su asiento.
-Pienso lo mismo que Abe-dijo Didel.-Se supone que estamos juntos, peleando por una misma causa…
-Y si empezamos a pelear entre nosotros no estamos haciendo nada.-terminó la idea Rossie.
-Todos tienen razón-dijo Remus, mirándolos de brazos cruzados.-Dramione por favor, te pido que te calmes, nada de amenazas y tú Fran, deberías dar el ejemplo, no crees?
-Tienes razón Remus, chicos, les pido disculpas.-dijo Fran apartando la mirada de Dramione y mirando a cada uno con la expresión de disculpa escrita en su cara.
-Está bien, Fran-dijo Abel.
-Es sólo que ya nos estamos cansando de las discusiones de Fran y Dramione, es todo.-dijo Anrre, hablando por todos.
-Anrre tiene razón-dijo Marcus- Estamos juntos en esto, no? Sería bueno que no hubiera nada de discusiones ni peleas entre ustedes dos, sobre todo en estos momentos.
Fran asintió con la cabeza, y Dramione sólo resopló, pero se mostró de acuerdo sentándose en su asiento, mientras Skarlet lo tomaba de la mano y le acariciaba el brazo.
-Muy bien, retomando entonces, pasemos a practicar el Imperius, recuerden que se necesita una gran concentración, tanto para realizarlo como para tratar de resistirse a él. Obligaremos a nuestro contrincante a hacer algo sencillo, bailar o algo, veremos quién tiene la concentración suficiente para resistirse.-finalizó Remus su discurso, sacando su varita.
-Primero realizaremos una demostración, Remus realizará el hechizo y yo trataré de resistirme a él.-dijo Fran avanzando unos pasos y colocándose al frente de él.-La concentración es importante.-dijo cerrando los ojos y relajando su cuerpo, finalmente abrió los ojos.
-Lista?-preguntó Remus, alzando su varita.
Fran lo miró y asintió.
-“Que la obligue a darse de golpes contra la pared, eso sería divertido”-pensó Dramione mirando la escena y esbozando una pequeña sonrisa.
-Trataré de que haga una reverencia, ok?
Fran lo miró con una ceja levantada y Remus le sonrió, sonrisa que a su pesar ella le devolvió. Le apuntó con la varita diciendo:
-Imperio!
Fran sintió como la fuerza del hechizo le golpeaba, mientras ella trataba con todas sus fuerzas de resistirse, una voz en su cabeza, la voz de Remus, le decía: “Inclínate, sabes que puedes hacerlo, inclínate, es todo lo que te pido que hagas” pero otra vocecita respondió “No, no lo haré, no cederé ante ti”. Los otros vieron con mudas caras de asombro, como Remus fruncía el entrecejo, concentrándose más, mientras Fran temblaba tratando de resistirse, agachó los hombros y empezó a inclinarse, cuando de repente y para sorpresa de todos, cayó al suelo respirando entrecortadamente, había logrado resistirse al hechizo.
-Guao-dijo Remus expresando su asombro, y tendiéndole la mano a Fran para que se levantara, una vez que se levantó, se dirigió a los demás:
-Como ven, es muy difícil de resistirse, pero con la suficiente fuerza y concentración, se puede hacer.
-Es un muy poderoso hechizo, pero eso no quiere decir que no podamos resistirnos a él.-dijo Fran.-Ahora practicaremos en parejas, escojan con quién quieren practicar.
Todos se levantaron de sus asientos, y pronto empezaron a escucharse gritos de “Imperio!” por toda la sala. A la par que gruñidos de frustración por parte de todos, al no poder realizar el hechizo, hasta que un grito de júbilo se escuchó.
-Lo logré!-dijo la voz de Abel, Fran y Remus se acercaron a donde estaba él, practicando con Lali, Abel tenía un gran sonrisa en su cara mientras observaba a Lali dar volteretas como toda una bailarina profesional, víctima del maleficio.
-Muy bien Abe.-dijo Fran sonriéndole.-Como ven, al principio es un hechizo difícil, mas no imposible de realizar. Les recomiendo que sigan practicando para poder lograrlo a la perfección, ok? Creo que ya es hora de…
-Irnos?-preguntó Duna.-Aún es temprano, creo que deberíamos practicar un poco más, no creen chicos?
Un murmullo de asentimiento recorrió la sala, Remus dijo:
-Muy bien, nos quedaremos por un rato más.
-Tengo una idea!-dijo Rossie saltando en su lugar.-Que les parece si nos ponemos por parejas en el centro e intentamos practicar? Hacemos como una especie de torneo o algo así, que les parece?
-A mi me parece buena idea-dijo Did, Rossie le sonrió, sonrisa que el correspondió.
-Buena idea.-dijo Remus.-Quién quiere empezar?
Varios levantaron sus manos, Fran dijo:
-Entonces los primeros serán Kadaj y Marcus.
Los mencionados se acercaron a donde estaban Fran y Remus, mientras los demás se sentaban en sus asientos, para observar el encuentro.
Kadaj y Marcus se dirigieron al centro de la sala, mientras los demás los observaban, expectantes, Fran habló:
-Ya saben, nada de obligar al otro a hacer daño a otros o hacerse daño a sí mismos, ok?
Ambos asintieron, sacando sus varitas.
-Quién obligará a quién?-preguntó Marcus.
-Dejemos que Kadaj lo intente primero.-dijo Remus.
-Asintieron de nuevo, Marcus bajó su varita y la guardó en el bolsillo, mientras Kadaj se ponía en posición de ataque.
-Imperio!-dijo Kadaj, apuntando a Marcus con su varita, su cara de profunda concentración. Marcus también parecía concentrado, tratando con todas sus fuerzas de resistirse al hechizo, pero no pudo, y pronto se encontró bailando alrededor de la sala lo que parecía ser ballet, carcajadas se escucharon alrededor. Riendo, Kadaj alzó su varita y rompió el hechizo, Marcus se detuvo en el medio de lo que parecía ser una muy complicada pirueta y cayó al suelo, a los pies de Anrre. Ella lo miró con una sonrisa, diciendo:
-Sabía que algún día te tendría a mis pies.-sonrió y le revolvió el cabello, risas estallaron por toda la sala, mientras Marcus miraba a su alrededor con cara de contradicción.
-Que pasó? No logré resistirme al hechizo?-preguntó, luego agregó, con cara de susto-Que hice?
-Bailaste ballet, hermano-dijo Fran, tratando de disimular la gran sonrisa que asomaba en la comisura de los labios, mientras los demás reían.
-En serio? Que tal lo hice?-dijo Marcus, empezando a reír, ya que nunca hubiera imaginado que Kadaj lo puso a bailar Ballet.
-Lo hiciste muy bien, amor-dijo Anrre sonriéndole y dándole un pequeño beso en los labios.
Remus carraspeó, y Anrre y Marcus se sonrojaron a la vez, Marcus sonrió y se sentó al lado de Anrre.
-Quiénes serán los siguientes?-preguntó Remus, casi nadie levantó la mano, se quedaron viendo unos a otros, esperando quién sería el siguiente.
-Iré yo.-dijo Fran, con una pequeña sonrisa.
-Bien Fran, entonces elije quién será tu contrincante, y como ya te resististe al hechizo, te tocará realizarlo, de acuerdo?-dijo Remus, mirándola.
-Completamente de acuerdo, Remus.-dijo, ensanchando su sonrisa, mientras un atisbo de maldad aparecía en su ojo.
-Entonces, quién será tu contrincante?
Fran miró alrededor de la sala con una sonrisa, deteniéndose en Dramione, al cual miró con una sonrisa aún más ancha, éste la miró y resopló, cuando estaba a punto de levantarse, Fran sorprendió a él y a todos en la sala, diciendo otro nombre:
-Skarlet. –dijo sonriendo, mirando a Dramione, el cual la miró con rabia en sus ojos.
-Yo?-dijo la aludida, mirándola con el entrecejo fruncido.
-Tu nombre es Skarlet, cierto?
-Oui.
-Entonces para que preguntas? Obvio que fue a ti a quién llamé, eres la única Skarlet en esta sala.-respondió Fran.
Dramione sólo la miraba con el entrecejo fruncido, pero extrañamente tranquilo, pensaba para sí:
-“Si esta Wood se atreve a hacerle algo malo a mi Skarlet, se las verá conmigo”
-Tranquilo Grenger- dijo Fran, mirándolo como si hubiera leído sus pensamientos-no le haré nada a tu noviecita…nada muy malo-le sonrió, guiñándole un ojo, dejando en shock a los demás chicos y haciendo que Dramione frunza su entrecejo aún más.
-Fran se ve muy confiada, que crees que estará planeando?-preguntó Rossie a Did entre susurros.
-No lo sé.-respondió él, atento a lo que pasaba.
-Pero de seguro es algo que nos causará gracia.-dijo Lali, mientras Duna, Crook y Abe sonreían y se mostraban de acuerdo.
Skarlet se levantó de su asiento y se dirigió a donde se encontraba una divertida Fran, esperando.
Remus las miró y dijo:
-Ya saben las reglas. Fran, va en especial contigo.
-Tranquilo Remus, no voy a quebrantar las reglas.-dijo sin borrar la sonrisa de su cara.
-Entonces, pueden empezar.
Fran sacó su varita, mientras Skarlet la miraba, desafiante. Sonriendo, Fran la apuntó con su varita, diciendo:
-Imperio!- ondeó su varita, y el hechizo golpeó a Skarlet de lleno en su pecho, trató por unos segundos de resistirse, pero la intensidad del hechizo era tal, que no pudo resistirse, miró a su alrededor con los ojos vacíos, por un momento todos dejaron de respirar, ya que la forma que tenía de verlos era extraña. Remus miró a Fran con el entrecejo fruncido como preguntando que había hecho, pero Fran mantenía su varita en alto, mandándole órdenes a Skarlet.
-Que le hiciste a mi novia, Wood!? –gritó Dramione, levantándose de su asiento y caminando hacia donde estaba Skarlet, pero se detuvo, ya que ella lo miró, se dirigió a él caminando extrañamente, puso los brazos en jarra en sus caderas, mirándole de forma extraña y moviendo la cabeza de un lado a otro, empezó a mover los brazos, como si estuviera preparándose para volar y de repente…cacareó.
Se estaba comportando como una gallina!
Carcajadas resonaron por toda la sala, absolutamente todos se reían, excepto por Dramione, que miraba a Fran, resoplando y con la rabia escrita en su cara.
Skarlet empezó a caminar alrededor de ellos, imitando perfectamente a una gallina, mirando a todos y cacareando.
-Rompe YA ese hechizo Wood!-dijo Dramione con los puños cerrados, conteniendo las ganas de meter la mano a su bolsillo y lanzarle un Cruciatus a Fran.
Fran lo miró, puso los ojos en blanco y alzando su varita, rompió el hechizo.
-Bien, creo que me divertí mucho por esta noche.-guardó la varita en su bolsillo y se dirigió risueña hacia donde estaban Remus, Terry, Kadaj, Anrre, Marcus y Naty, mientras Skarlet recuperaba la conciencia y contemplaba, horrorizada, como los demás se burlaban de ella. Eso le hizo recordar aquella horrible clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, donde todos vieron su Boggart y como esta vez, se burlaron de ella. Corrió hacia dónde estaba Dramione, este la abrazó, tranquilizándola y mirando a Fran, la cuál lo miró y le dirigió una sonrisa risueña.
-“Que ganas tengo de lanzarte un Cruciatus, Wood”-pensó Dramione para sí, dirigiéndose a su silla, sentando a Skarlet a su lado.
Y así continuó la noche, practicaron por parejas el hechizo, muchos lo lograron, otros no, muchas risas se escucharon, hubieron más bailarines de Ballet, acróbatas, saltarines, incluso un gorila!
Fue una divertida noche de prácticas, cuando dieron las 10:30, Remus dijo:
-Muy bien, creo que ya es todo por hoy, es hora de que todos vayan a sus salas comunes. Nos vemos mañana a la misma hora.
-Lo hicieron muy bien chicos! Si seguimos practicando así, pronto llegaremos a dominar completamente el hechizo. Pero recuerden, podrán ser divertidos a veces, pero son muy peligrosos, así que les pediré por favor que solo se practiquen en esta sala. No queremos ningún desastre ni desgracia, de acuerdo?-un murmullo de conformidad se escuchó mientras todos se dirigían en grupos a sus salas comunes. Buenas noches y hasta mañanas resonaron, sólo quedaban Anrre, Marcus, Terry, Remus, Naty, Kadaj y Fran en la sala. Salieron y cerraron la puerta, la cuál desapareció, como si nunca hubiera estado allí.
-Hasta mañana Fran. Descansa.-dijo Remus, dándole un abrazo.
-Lo mismo para ti Remus.-dijo ella correspondiendo su abrazo.
-Nos vemos mañana, Fran.-dijo Terry abrazándola, susurrando en su oído.-Dulces Sueños.- besó su mejilla y rozó sus labios casi imperceptiblemente. Fran se estremeció al sentir el frío de sus labios, era la primera vez que los tocaba y se sentía extremadamente bien.
-Dulces sueños para ti también, Terry.-dijo Fran riendo y guiñándole un ojo.
Terry rió y volvió a besarle en la mejilla.
-Lo intentaré- ambos rieron y Marcus dijo, con los dientes apretados:
-Es tarde, Fran.
-Ya voy, ya voy, sé que eres mi hermano mayor, pero tampoco es para que me hables así.-dijo poniendo los ojos en blanco y separándose de Terry. Todos rieron, mientras Marcus se cruzaba de brazos. Anrre susurró algo a su oído, logrando calmarlo.
Se despidieron y se dirigieron todos a sus salas comunes. Naty, Kadaj y Fran dirigiéndose a la sala común de Gryffindor.
-Fue una buena práctica cierto?-preguntó Fran, esbozando una sonrisa.
-Si, y pude dominar ese hechizo.-dijo Kadaj, mostrando su sonrisa más amplia.
-Habla por ti mismo.-dijo Naty, gruñendo. Ella no había podido resistirse al hechizo.
-Ya lo lograrás Naty, sólo falta más práctica.
-Eso espero Fran.
Ya habían llegado al retrato de la Dama Gorda, la cuál les preguntó la contraseña.
-Caracoles de Colores-dijo Kadaj.
La Dama Gorda sonrió, dejándoles paso y deseándoles una buena noche.
Entraron a su sala común, sólo se veía el crepitar de las últimas brasas de la chimenea, la cuál mantenía la sala caliente y acogedora, pensaron en sus cómodas y calientes camas que los esperaban en sus dormitorios y al instante les entró sueño. Naty se despidió de ellos y, bostezando profundamente, subió las escaleras y se dirigió a el dormitorio, sin nada más en su mente que la cama que la esperaba.
Fran miró a Kadaj, y notó en su rostro una mezcla de emociones.
-Que tienes, Kadaj?-preguntó Fran, acercándose.
-Nada, es sólo que estaba pensando en Lunático y Josefina, es todo.-respondió, encogiéndose de hombros y metiéndose las manos en los bolsillos.
Fran lo miró, con tristeza en su rostro.
-Los encontraremos, ya lo verás.-dijo con convicción.
Kadaj la miró y le sonrió, frunció el entrecejo recordando lo que había pasado en la práctica
-Fran…-dijo.
-Si?
La miró atentamente, mientras ella lo miraba expectante, recordó que quién iba a hablar con ella era Marcus, así que decidió dejarlo de lado y no decirle nada, por lo menos hasta que Marcus hablara con ella.
-No es nada Fran, tranquila.
-Seguro?
-Claro, ahora vamos a dormir, que ya me está entrando sueño y estoy algo cansado.-dijo bostezando un poco.
-Tienes razón, vamos a dormir. Hasta mañana, duerme bien.-le sonrió y le dio un abraza y un beso en la mejilla, los cuáles el correspondió.
-Buenas noches.
Fran se dirigió al dormitorio de las chicas y Kadaj al de los chicos, cayendo profundamente dormidos en lo que sus cabezas tocaron sus almohadas.
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Sala Común de Ravenclaw – Dormitorio de los Chicos – 12:00am.

-Ven, ven a mí.

-¿Pero donde estas?

-Te esperare, en el vestíbulo…estoy ansiosa de verte.

-Pero…es media noche.

-¿Y eso que?, tu solo…ven.

-Esta bien, iré- abrió los ojos y como hipnotizado se levanto de la cama para ir al vestíbulo.

-¿Dramione a donde crees que vas?- interrogó Luis entre dormido cuando sintió que el dosel de la cama de Dramione se había corrido.

-Eso no es tu problema- contesto Dramione descortésmente.

-¿Ya has visto la hora que es?- espetó Luis malhumorado –Esta prohibido deambular por los pasillos, y mucho mas a media noche, ¿que acaso tu ego no te deja recordar los reglamentos?

-Creo que no es necesario que te lo repita Luis, no es tu problema- se coloco su bata sobre el pijama y salió murmurando cosas que no llegaron al oído de Luis.

-Éste está cada vez mas loco- Luis se levanto para ver que pasaba y a donde iba Dramione a media noche, claro que no era algo que le importara, pero tenia que saber si se vería con Skarlet.

-¿Qué esta pasando?- preguntó una voz adormilada.

-No pasa nada, ya duérmete, Steven- contesto Luis saliendo de la habitación.

-¡Ha!, como si fuera problema de ese tonto a donde valla o deje de ir, que se cree ese idiota- hablaba para si, mientras bajaba las escaleras cuidado ser descubierto por Filch. Tenía que ver que quería Skarlet, y para que lo había llamado tan tarde, pero mientras más caminaba mas frio sentía, la fuerte brisa de la madrugada entraba por los ventanales del pasillo silbando de manera estridente y tenebrosa, al llegar al punto de causar escalofríos.

-¿Pero este que cree que está haciendo?, si lo descubren lo expulsaran, o pueden hacerle daño…baj que estoy diciendo, me estoy preocupando por ese grandísimo… será mejor que lo siga- Luis caminaba a pasos silenciosos, para que Dramione no se diera cuenta de que lo seguía, pero escondiéndose perdía tiempo y mas se alejaba Dramione.

-¿Skarlet donde estas?- susurraba Dramione cuando llego al vestíbulo, pero nadie respondía a sus llamados – ¡Skarlet ya estoy aquí! ¿Qué pasa?- Continuo llamando mientras buscaba con la mirada al menos una señal de su presencia, pero nadie respondía, todo estaba oscuro y desierto –Skarlet no te escondas, soy yo, Dramione, sal- pero ni un respiro se oyó.

-¿El vestíbulo?- se pregunto Luis cuando ya lo tenia a la vista, estaba escondido detrás de una de las armaduras en el segundo piso para que Dramione no se diera cuenta de su presencia -¿Qué esta haciendo, lo van a descubrir? Skarlet le traerá problemas…. ¡TRACK!...shhh…deja de sonar maldita cosa- decía Luis alarmado tratando de callar a la armadura, Dramione lo iba a descubrir.

-¿Qué rayos?- se escondió Dramione debajo de las escaleras asustado mirando hacia donde había salido el ruido, vio la silueta de un chico, Luis, ¿pero por que lo estaba siguiendo? –Que tonto- se alejo escondido para que Luis no lo siguiera, y camino hacia las mazmorras, tal vez Skarlet estaba en camino.

-¿Que se ha hecho?- buscó Luis, pero ya no había rastros de Dramione por ningún lado, bajo las escaleras corriendo hasta llegar al vestíbulo pero no estaba allí ¿A dónde había ido este tonto?

Más oscuro que los pasillos estaban las mazmorras, ni siquiera las lúgubres luces verdosas alumbraban demasiado, y solo estaba acompañado de ratas que pasaban por allí, y telas de arañas con sus creadoras dormidas repulsivamente –¡¡Que asco!!- si había algo que mas odiaba Dramione a parte de Francis Wood eran las arañas, de cualquier especie, tamaño, color, simplemente las aborrecía, sacó su varita para alumbrar mas el pasillo pero el fondo se hacia mas oscuro, era raro, por que el pasillo tenia un límite, y este no. Estaba húmedo y frio, las paredes musgosas.

-¿Será posible que halla ido hacia las mazmorras?- se pregunto Luis, caminando en esa dirección, bajo también para ir a buscarlo, pero algo lo hizo detenerse en seco, había alguien mas en las mazmorras ¿seria Skarlet?...No, no podía ser ella, este era un chico ¿pero quien? Dramione no tiene cabellos enmarañados ni tiene la piel tan pálida, entonces, ¿Quién era este sujeto?, Luis caminó sigilosamente para seguirlo, sea quien sea, también estaba siguiendo a Dramione, ¿pero para que?

-Las mazmorras, no son tan largas así- se extrañaba Dramione, estaba cada vez mas asustado, y todo estaba callado, sintió un escalofrío familiar, lo había sentido tiempo atrás, miro fijamente hacia el fondo de la “mazmorra” y unos enormes colmillos acompañados de unos ojos amarillos lo estaba mirando fijamente, era una mirada fría llena de odio -¿S…Skarlet?- pregunto…una brisa lo invadió, se volvió para mirar que era o quien era, y no había nada, la varita se apago como si fuera una vela, esto se estaba saliendo de control, Dramione empezó a mover los brazos para tratar de encontrar un camino, pero al sentir de nuevo esa brisa le falto el aire, se asfixiaba, desesperado se desvaneció por completo, cayó como un títere cuando sueltan sus cuerdas, un golpe seco lo había dejado inconsciente, sin saber lo que pasaba, Dramione había…desaparecido.

Luis corrió al escuchar el golpe, lanzando hechizos como loco, pero a nada le daba, corrió a lo largo del extraño pasillo y vio tirado, allí, en el suelo, un pedazo de madera, la reconoció al instante, era la varita de Dramione ¿pero donde estaba Dramione? ¡El nunca dejaría su varita tirada! Era obvio que algo le había pasado, el lo sabia, sabia que algo le pasaría, Luis se asusto tanto, estaba preocupado, angustiado, primero Josefina ahora Dramione, sus dos mejores amigos desaparecidos, que tal si no los volvería a ver, no se perdonaría nunca haber atacado a Dramione. Skarlet, ella era solo una chica, una chica a la que ahora odiaba, por su culpa Josefina, Dramione y el estaban distanciados, maldijo el día en que esa alimaña se asomo en el vagón. Sin pensarlo dos veces quiso correr hasta saber que le había pasado a Dramione, tal vez encontraría también a Josefina, pero un mazazo lo dejo inmóvil. Cuando Luis despertó, no estaba en las mazmorras, estaba en la habitación, como si nada ¿Seria un sueño lo que tuvo?, miro la cama de Dramione y estaba vacía, lo peor era que estaba desordenada, Dramione nunca la dejaba así, era evidente que si le había pasado algo ¿Y quien había llevado a Luis a su habitación? Nadie se sabe la contraseña de la Sala Común de Ravenclaw, excepto por los alumnos de esa casa. Era todo tan confuso y raro, tenía un dolor de cabeza fuerte, y no recordaba casi nada.
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N/A: Por fin cap nuevo! después de 1000 años Las Flores de la Vida revive! xD
Sorry por haber tardado tanto, es q pfff, nd de inspiración además de que ando sin internet =(, escribí otras cositas, las subiré luego a mi otro blog =P..
Sorry de new por la tardanza..
Diganme en sus comments q les ha parecido este cap...
Los Amo.
Besos.

Sumergiéndose en el Pasado ( II Parte )




Al día siguiente todo sucedió en cámara lenta, las clases pasaron rápidamente para deleite de la mayoría de los alumnos del castillo, los ánimos no estaban muy bien qué digamos debido a la desaparición de dos alumnos de Hogwarts, muchos se preguntaban quién sería el siguiente.
Se hicieron las 6 de la tarde y Fran y Naty se encontraban sentadas frente a la chimenea de la sala común, esperando a Kadaj para dirigirse juntos a la Sala de los Menesteres, donde tendría lugar la reunión con los chicos de AE7. Sólo tuvieron que esperar 5 minutos ya que Kadaj bajó las escaleras con las manos en los bolsillos y una expresión pensativa en su rostro. Su cabello plateado había crecido un poco dándole un aire un poco más maduro, caminó hacia donde estaban las chicas y notó que ellas no le quitaban la vista de encima.
-Qué? Tengo bludgers en la cara o qué?-preguntó mirándolas curioso.
-No es nada, Kadaj, absolutamente nada.-dijo Fran dándole un codazo en las costillas a Naty para que saliera de su estupor.
Kadaj las miró con una ceja alzada y antes de que hiciera más preguntas, Fran dijo:
-Vámonos poniendo en marcha ya. Recuerden que hoy practicaremos algo un poco más fuerte de lo que hemos practicado, así que me gustaría tener unas palabras con Terry y Marcus antes de empezar.
-Muy bien, vamos.
-Aquí hay kneazle encerrado…-dijo Kadaj para sí, sin que Fran y Naty lo escucharan.
Atravesaron el Retrato de la Dama Gorda y se dirigieron al séptimo piso donde se encontraba la Sala de los Menesteres. Fran pasó tres veces frente a una pared en la que supuestamente no había nada. Cuando sus pasos se detuvieron, una puerta se materializó frente a ellos, Kadaj adelantó un paso y tomando la manilla, abrió la puerta, lo que vió lo dejó sin palabras, allí en la sala donde solían haber estantes con montones de libros de Defensa Contra Las Artes Oscuras por doquier, ahora había un espacio grande, redondeado y con varios y mullidos cojines para sentarse, acomodados pulcramente en una de las esquinas, en otra de las esquinas, espejos rodeaban la pared. Entró, motivado por la curiosidad y se vió reflejado en ese espejo, entornó la vista y se fijó que detrás de él, un montón de personas con los ojos negros como la noche se reflejaban, flotando detrás de él.
-Es un detector de enemigos…-susurró Fran a su lado, provocando que él se sobresaltara.-Si logras ver el blanco de sus ojos…significa que están cerca.
Miraba esa especie de espejo mientras decía esas palabras, miró atentamente y descubrió a la persona que estaba buscando…DarkSoul le devolvía la mirada, acompañada de una escalofriante sonrisa, sus ojos se veían grises y Fran dejó escapar un suspiro de alivio por entre sus labios.
-Bueno…por lo menos no se le ven blancos…-susurró.
-Que has dicho, Fran?-preguntó Naty, curiosa y sentándose en uno de los cojines.
-Nada Naty, nada.-le sonrió, percatándose de que Kadaj la miraba, él había escuchado lo que dijo y la miró con comprensión. Fran sólo le sonrió, sonrisa que él le devolvió.
Unos toques en la puerta provocaron que los tres dieran un respingo, asustados, rieron ante su desliz mientras Fran caminaba rápidamente y abrió la puerta, encontrándose con Remus y un poco más atrás, a un sonriente Terry.
-Buenas Noches, Fran. Como estuvo tu día?-preguntó Remus, saludándola con una sonrisa y un abrazo.
-Muy bien Remus, como estuvo el tuyo?-dijo correspondiéndole el abrazo.
-Pues bien, no puedo quejarme.-sonrió de nuevo-Buenas Noches Kadaj, buenas noches Naty.
-Buenas Noches, Remus.-respondieron los dos al unísono.
-Buenas Noches Fran-saludó Terry caminando hacia ella y dándole un beso en la mejilla. Fran le sonrió y le respondió
-Buenas Noches para ti también, Terry-le sonrió ampliamente mientras lo miraba, haciendo como que no se daba cuenta de que Naty soltaba pequeñas risitas, Remus sonreía y Kadaj los miraba con el entrecejo fruncido, hasta que se decidió a interrumpir.
-Fran, no tenías algo que hablar con Remus?
-Como?-dijo pensativamente.-Ah si ya recordé.
Tomó a Terry de la mano casi inconscientemente y se acercó a donde estaban los demás.
-La razón por la que quiero hablar contigo, Remus es que me parece que ya es tiempo de que empecemos a practicar Maldiciones. Los sucesos de estos últimos días me impulsan a esta decisión y creo que los demás me apoyarán en esto, sobre todo Abel, ya sabes lo emocionado que está de practicar maldiciones.
-Estoy de acuerdo contigo Fran-dijo Remus, sonando serio-Ya es hora de que todos tomen esto en serio.
-Pero cómo practicaremos?-preguntó Naty en un susurro.
-Primero veremos la teoría, para que todos sepan a lo que nos estamos enfrentando y después veremos como practicamos.
-Esa precisamente es la parte a la que quería llegar, Remus-dijo Fran mirándole atentamente-Como haremos para practicar las maldiciones? No las vamos a usar entre nosotros mismos, por supuesto que no.
-No las usaremos entre nosotros mismos, Fran. Relájate.-dijo Remus tranquilamente.
-Si quieren puedo ayudarles en eso…-dijo Terry, con una sonrisa.
-Que sugieres Terry?-preguntó Naty vencida por la curiosidad.
-Pueden utilizarme como conejillo de indias para…
Pero no terminó lo que iba a decir ya que un grito de la persona a su lado los sobresaltó a todos:
-DE NINGUNA MANERA!, NO PERMITIRÉ ESO-dijo Fran, fuera de sus casillas.
-Fran…-dijo Terry tratando de calmarla.-Soy un vampiro, lo recuerdas? Nada de eso puede matarme, soy inmortal-terminó de decir sonriendo.
Fran negaba con la cabeza.
-No me interesa que seas inmortal, no permitiré que te prestes para que te usemos como conejillo de indias… No, no y no.-dijo, decidida.
-Terry, Fran tiene razón yo tampoco estoy de acuerdo en usarte de prueba. Ya pensaremos en algo.
Terry resopló pero se mostró de acuerdo, Fran sonrió y lo besó en la mejilla, provocando que este sonriera.
-Si no hacemos eso entonces que hacemos?-preguntó Kadaj.
-Primero estudiaremos la teoría, practicaremos algunos maleficios leves, nos turnaremos para que no sea tan grave, después pensaremos en algo con respecto a las maldiciones imperdonables, que les parece?-propuso Remus.
Todos asintieron y se mostraron de acuerdo con esa idea, era la mejor hasta ahora. En eso, unos golpeteos se escuchan en la puerta y Kadaj la abre, encontrándose con Abel, Duna, Menxu, Lali, Did, Rossie, Anrre y Marcus; estos últimos cuatro venían de la mano de sus respectivas parejas. Entraron a la sala emocionados y asombrados por el cambio que se había operado en la misma, se percataron de los que estaban allí y entre una lluvia de abrazos y buenas noches fueron llegando los demás integrantes de AE7, pronto todo se convirtió en un barullo, donde todos hablaban al mismo tiempo, ansiosos.
-Fran, creo que tendrás que hacer lo mismo de la primera reunión…-dijo Marcus a Fran, susurrando.
-Que fue lo que hice en la primera…Oh si, ya recordé.-sacó la varita y apuntó a su garganta-SONORUS!
Por toda la sala se escuchó la voz de Fran retumbando en las paredes, clamando silencio.
-Quietus.–apuntó de nuevo a su garganta y su voz volvió a recuperar su tono de voz normal.-Bien, ahora que tengo toda su atención, quisiera plantearles algunas cosas. Esta noche no practicaremos los maleficios imperdonables…
-Eh!-interrumpió Abel algo molesto, esperaba pacticar esos maleficios esa misma noche-Y eso porqué?
-Espera Abe, ya lo diré, bueno, no practicaremos dichos maleficios esta noche ya que aún no sabemos de que manera los vamos a poner en práctica, así que decidimos que primero veríamos la teoría, algunos maleficios y después, los imperdonables. Están de acuerdo?
Un murmullo de conformidad recorrió la sala.
-Muy bien…-dijo Fran con una media sonrisa-Manos a la obra.
*-.*-.*-.*-.*-.*-.*

Mientras la práctica se desarrollaba, en un lejano lugar internado en los árboles, un castillo era iluminado tenuamente por la luz de la luna. Cualquier persona que pasara por ese lugar, exclamaría que ese era un castillo abandonado, más estaría totalmente equivocado. En las profundidades de dicho castillo, pasando puertas y enrevesados pasillos, se encontraba una última puerta, esta era de madera y llevaba a una sala, estrecha, fría y tenuemente iluminada por un triste candelabro en una de las esquinas de la sala, agazapados y abrazándose mutuamente tratando de darse calor, estaban dos personas. Con sus cuerpos magullados y llenos de moretones producto de las heridas que habían recibido en los últimos días. Un gemido de dolor se escuchó y el chico instantáneamente preguntó:
-Que pasó Jose?-preguntó Lunático, acunando el rostro de ella en sus manos.
-Mi…pierna…duele.-dijo, mientras unas lágrimas se deslizaban por su rostro y su mano derecha acariciaba su aún más magullada pierna.
-No te preocupes, pronto saldremos de aquí. Fran y los demás encontrarán una manera de sacarnos de aquí-dijo Lunático, confiado.
-Lo sé, confío en ellos. Pero no sé si pueda aguantar.
-Tienes que aguantar. Tenemos que ser fuertes, Jose.
-Lo sé, lo sé-dijo ella, dejando que más lágrimas cayeran de sus ojos, desahogando el dolor que sentía.
Un rechinido proveniente de la puerta hizo que se encogieran y se juntaran más, una ráfaga de aire frío se coló por la puerta entreabierta, apagando la única fuente de calor y luz en esa oscura sala y provocando que los dos chicos se estremecieran y se juntaran aún más, tratando infructuosamente de darse calor.
-Pronto saldremos de aquí, ya lo verás.-dijo Jose, infundiéndole esperanzas a su compañero y a sí misma.
-Eso espero, Jose. Eso espero.

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N/A: Aquí esta la segunda parte de este cap...que pasará? Ya vimos que los chicos se están preparando para las maldiciones imperdonables, pero la gran pregunta es cómo las practicarán sin lastimarse entre sí? Cualquier comentario o sugerencia es bien recibido =P...También tuvimos una pequeña vista de como están Jose y Lunático en estos momentos...tienen fé y esperanza a pesar de lo que les ha pasado, eso me gusta =) por eso lo puse =P...Que pasará entre Fran y Terry? :mmm: xDD!... Que les ha parecido el cap?? Dejen Comment, me alegra leerlos =D!
Los Amooooo!
Besos Vampirescos =O! xDD
Fran/Alissa.

P.D: Se avecina un Lemon! OhOh (?) xDDDDDDD!!!

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