Palabras de Aliento


Sus lágrimas caían inconteniblemente y la tristeza ahogaba su corazón; se aferraba a Terry como si su vida dependiera de ello, como si él fuera la fuente de su cordura.
            Sus ojos no podían cerrarse, veía los cuerpos de sus amigos, vacíos y sin vida. No podía dejar de preguntarse el porqué de esa situación; “¿Porqué ellos?, ¿porqué ella? ¿Acaso sería así para toda su vida?
            El llanto seguía imparable, su cuerpo comenzaba a temblar mientras veía a sus amigos restantes quienes a su vez, lloraban y se lamentaban mientras que otros sentían rabia mezclada con tristeza en su interior. Pensó en sus tíos, en su hermano y en donde estaría en ese momento, en sus padres y en lo que ellos harían si estuvieran allí.
            Sintió como una suave voz susurraba en su oído:
-Tienes que seguir adelante, querida.
            La sorpresa hizo que contuviera el aire y abriera los ojos completamente; hecho que no pasó desapercibido para el vampiro que la sostenía en sus cálidos brazos.
-¿Qué pasa Fran? – escuchó que preguntaba, una nota de tristeza y preocupación se escuchaba en su voz.
            Por más que quería hablar no podía. Sentía su garganta cerrada, a pesar de que hacía todo lo posible por hablar y tranquilizar a Terry; escuchó otra voz susurrar algo incomprensible en su oído y por un momento pensó que se estaba volviendo loca.
-No, no estás loca.
            Sonrió internamente, cerró los ojos y allí estaban dos de las personas más importantes de su vida, sonriéndole y mirándola intensamente.
-Mi niña…- dijo Lila Wood, abriendo sus brazos ampliamente. Francis corrió rápido, cerrando la distancia que los separaba, llegando a los brazos de su madre.
-Mamá. No sabes… - dijo, llorando copiosamente sobre su hombro, sintiendo como otros brazos, los de su padre, la rodeaban.
-Sabemos lo que estás pasando hija, y créeme que lo sentimos, pero no pudimos hacer nada para evitar esto, Las Flores de la Vida fueron destinadas a estar en esta familia…
-Ya lo sé todo papá, y también sé que ustedes no tienen la culpa, el culpable de todo esto es ese maldito…
-Tienes que tener en mente hija, que para que todo esto acabe deben destruir Las Flores de la Vida y así…
-Destruir a Darksoul – dijo Fran; sus padres se miraron a los ojos con expresiones preocupadas, ella lo notó y preguntó:
-Hay algo que no me están diciendo, verdad?
-Hay otra cosa que debes saber…
-Pero Héctor… - dijo Lila, abrazando más fuerte a Fran, como queriendo protegerla.
-Debe saberlo, es nuestro deber decírselo. – dijo Héctor, serio de repente.
-¿Saber qué? – preguntó Fran mirando alternadamente entre sus padres, con una expresión de curiosidad mezclada con preocupación en su moreno rostro. Héctor tomó un gran suspiro y, mirándola a los ojos, le dijo:
-A pesar de que destruyan Las Flores de la Vida, Darksoul encontrará la forma de regresar.
-Lo suponía, pero cómo? – preguntó Fran.
-Ustedes, los integrantes de AE7, no se conocieron por casualidad; cada uno de ustedes cumple un papel importante en la lucha contra Darksoul.
-¿Cómo? Pero, no lo entiendo.
-Hay ciertos elementos en la historia que sólo aquellos elegidos podrán obtener, y Darksoul no descansará hasta obtenerlos todos, así eso signifique sacrificar a los elegidos.
-Pero, ¿cómo saben todo eso?
-Lo sabrás a su debido momento querida, ahora debes cumplir con la tarea que les ha sido encomendada. – susurró Lila.
-Pero los otros dos destinados a Las Flores están… - dijo Fran, con los ojos inundados de lágrimas.
-Te equivocas, Fran – dijo Héctor, esbozando una sonrisa.
-Yo los ví…
-Solo están en un profundo sueño.
            Fran sintió como la esperanza llenaba su ser y una sonrisa crecía en su rostro.
-Ya es hora hija, estás preparada?
-Sí, ahora sí.
 -Cuida de tu hermano, no pelees más con él; si están unidos serán más fuertes. – dijo Héctor abrazándola fuerte.
-Marcus y Tú están destinados a grandes cosas, estamos muy orgullosos de ustedes.- dijo Lila, acariciando despacio la mejilla de Fran, mirándola con ojos brillantes. Fran sintió un nudo creciendo en su garganta y la vista se le tornaba borrosa.
-Esto no es un adiós, verdad que no? – dijo, mirándolos a los dos, quienes le sonrieron.
-Por supuesto que no, siempre estaremos contigo y tu hermano, aquí… - susurró Lila, tocando el pecho de Fran, justo en el lugar donde estaba su corazón.
            Fran sonrió mientras los miraba a ambos, los abrazó fuertemente mientras unas lágrimas que no pudo detener se deslizaban por su rostro y caían al suelo.
-Cuídate hija… Te queremos.
            En un instante estaba abrazando a sus padres, y al otro los miraba en la distancia, ellos a su vez la miraban, abrazados el uno del otro con sonrisas plasmadas en sus rostros. Escuchó como varias voces la llamaban repetidamente.
-Fran despierta!
-Vamos Fran
-No es momento de dormir!
            Fue abriendo sus ojos lentamente, un montón de rostros borrosos llenaban su visión.
-Déjenla respirar, por favor – dijo una voz, la que reconocía como la de Terry.
-¿Estás bien amor? – susurró Terry, acariciando su rostro suavemente.
-Eso creo… ¿Qué me pasó? ¿Dónde estoy? – Trató de levantarse, mareándose en el intento; suerte que Terry estaba allí para atraparla antes de que su cabeza diera contra el duro suelo.
-No sabemos dónde estamos – dijo una voz, identificó de donde provenía y miró hacia allí, encontrándose con el semblante preocupado de Remus – Suponemos que en algún lugar debajo del Lago Negro.
-Dramione, Jose, Lun, debemos despertarlos!! – dijo Fran gritando, levantándose con ayuda de Terry.
-Pero Fran, ellos están… - susurró Abel.
-No están muertos, sólo dormidos.
-Pero Fran, eso es imposible – dijo Luis, que a pesar de lo que decía, quería creer en las palabras de Francis.
-No lo es, tienen que creerme!
-¿Cómo estás tan segura Fran? – preguntó Kadaj mirándola atentamente.
-Sólo lo sé, tienen que creerme!... Se los demostraré…
            Se dirigió hacia los cuerpos de sus amigos, los miró y apuntó su varita en alto hacia el cuerpo de Dramione.
-Ennervate!
            Todos contuvieron el aliento al ver como él se movía lentamente y gemía bajito. Remus se acercó para ayudarlo a levantarse, seguido por Duna. Fran repitió el hechizo dos veces más despertando a Lunático y Josefina, los cuales fueron ayudados por Luis y Menxu.
-Donde estamos? – preguntó Jose.
-Ay, siento como si cien centauros hubieran bailado joropo encima de mí. - dijo Lun, apoyándose en Menxu y en Abel, el cual había corrido a ayudar a Menxu después de darse cuenta de que ella sola no podría con Lunático.
            Risitas nerviosas se escucharon por toda la sala, sus ocupantes relajándose un poco, sin bajar la guardia completamente.
-Supongo que debería agradecerte Wood – dijo Dramione, mirándola.
-Todo eso para después Grenger, tenemos mucho trabajo por hacer.
-Lo sé, manos a la obra entonces.
            Se miraron a los ojos por un momento y asintieron, declarando tregua en silencio, al menos por ahora.
-Algo se acerca! – alertó Terry.
            Al instante todos tomaron posiciones defensivas, sus varitas en alto y sus corazones en sus gargantas, decididos a luchar contra lo que sea que estuviera acercándose. Borrosos manchones negros pasaron por su lado, gritos y exclamaciones de dolor se escuchaban en la sala; cuando todo se aclaró, Fran vió con sorpresa como todos los integrantes de AE7 excepto ella estaban siendo sostenidos por unas personas con capas tan negras como la oscuridad.
-MUÉSTRATE COBARDE! –gritó Fran, mirando hacia todos lados, empuñando su varita firmemente, sus ojos oscureciéndose a cada segundo que pasaba.
-No hace falta gritar, estoy aquí, Bu! – apareció detrás de ella, tomándola de la garganta y elevándola en el aire.
-Suéltame ahora, maldito – dijo Fran débilmente, sintiendo como el aire escapaba de sus pulmones.
            Con un movimiento de su brazo la lanzó contra la pared, golpeándose la cabeza fuertemente y cayendo al suelo.
-No me digas que fue tan sencillo.- dijo Darksoul con su voz seseante.
-No, te equivocas. – dijo Fran, levantándose y apoyándose de la pared para no perder el equilibrio. Miró hacia los lados, dándose cuenta de que todos sus amigos estaban amordazados y sostenidos por personas, aliados de Darksoul, con capas y máscaras negras.
-Tan sencillo que sería matarlos a todos en este momento y así librarme de esta molestia.- dijo él, chasqueó sus dedos y dos de sus aliados se acercaron a él, junto a Kadaj y Dramione, quienes se esforzaban por librarse de las garras de aquellos que los tenían sostenidos. – Pero debo decir que los necesito para lo que pienso hacer.
            Kadaj y Dramione cayeron a los pies de Fran, la cual se agachó rápidamente para ayudarlos a ambos.
-Están bien?
-Sí. – respondieron ambos.
            Darksoul movió su varita y todos vieron con asombro como en el centro de la sala aparecían las Flores de la Vida, brillando intensamente e iluminando toda la sala.
-Ingeniosos, no creen? Aquellas personas que crearon estas flores. Los únicos que pueden tocarlas son aquellos destinados a ellas, lo cual nos lleva a ustedes… - se volteó y miró a los tres, con sus oscuros ojos amarillos irradiando odio – Pero, nos falta alguien… - chasqueó sus dedos y una de las personas con capa salió del círculo, se bajó la capa y se quitó la máscara.
-Marcus? – dijo Fran mirándolo atentamente – No puede ser…
-Está bajo la maldición Imperio, Fran – dijo Kadaj, mirando los ojos vacíos de Marcus.
-Ahora sí estamos todos – sonrió Darksoul – Acérquense y entréguenme esas flores…
-Nunca… - lo miró Fran con sus ojos de un profundo color lila.
-Muy Bien… Marcus, encárgate de ella.
            Con sorpresa, Fran vió como su hermano sacaba la varita de entre los pliegues de su capa y la apuntaba directamente a ella.
-Marcus, hermano, tú no quieres hacer esto…- trató de razonar con él, pero sólo veía sus ojos inexpresivos y vacíos. – Soy yo, Fran, tu hermana, ¿me recuerdas? Tú no eres así, sé que estás allí Marcus, por favor reacciona!
-Es inútil, sangre sucia, está bajo mi control total, y no puedes hacer nada por impedirlo.
-No sabes de lo que soy capaz, Darksoul – dijo ella, desafiante.
-No te olvides de nosotros – dijo Kadaj, secundado por Dramione.
-Vaya vaya… Ahora salieron muy valientes, pero fíjense como con solo un movimiento de mi varita, están a mis pies… CRUCIO!
            Kadaj y Dramione cayeron al suelo, con los labios y los ojos fuertemente apretados, las venas en sus cuellos resaltaban, producto de la maldición torturadora de la que estaban siendo víctimas
-BASTA! – gritó Fran, mirándolo con odio – Avada Kedavra!
            Con un movimiento de su varita, Darksoul rechazó el movimiento.
-Tienes que sentirlo mestiza, como el odio recorre tus venas, sentir deseos de matar… AVADA KEDAVRA!
            Apuntó su varita a uno de su círculo de seguidores, el cuál cayó al suelo, sólo pudieron ver sus ojos, vacíos y sin vida.
-Era un espía… Eso les pasa a los que van en contra de mí, y pronto les pasará a todos ustedes – miró atentamente a cada uno de los integrantes de AE7 – Sus vidas dependen de ellos – señaló a Kadaj, Dramione, Francis y Marcus estos últimos dos mirándose atentamente. Aprovechando la distracción de Darksoul, Francis fue acercándose lentamente a su hermano, susurrándole despacio:
-Sé que estás allí hermano, y sé que tú no eres así, escúchame por favor. Perdóname por pelear tanto contigo, perdóname por las cosas feas que te he dicho, vuelve por favor…- con gran alegría, notó como los ojos de Marcus volvían poco a poco a su color normal.
-CRUCIO! – escucharon a una voz gritar, mientras Francis caía al suelo, retorciéndose de dolor, pero sin emitir el más mínimo sonido, no le daría satisfacción a ese maldito.

1 comentarios:

Anónimo dijo...
9 de agosto de 2010, 15:25

=O hay que acabar con ese perro!!! le dare dos coñasos y listo grgr! marcus reacciona con un besito ñaaña jajajajajajajajajajajajajajaj ohhh me encantaaaaa!!! +.+ de verdadd que esta MUYYYY buena esta historiA es superr! sobre todo porque uno se mete en el personaje de su personaje xDD jajajajaja no tades siglos en volver a actualizarrrr te amooo

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